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Contra el uso de los Agrotóxicos: Vida Sí, Soja No

En la mañana del jueves 4 de noviembre, vecinos y vecinas, junto a organizaciones e instituciones que integran el Movimiento de los Pueblos por la Soberanía Alimentaria, se movilizaron frente a la Casa de gobierno para reclamar que se frenen las fumigaciones con agrotóxicos en la provincia de Santa Fe.

Por Eliana Ibarra, INCUPO


En esa oportunidad, se volvió a insistir en la problemática y consecuencias de la aplicación de agrotóxicos en el que se basa el modelo productivo impuesto, de monocultivos forrajeros destinados a la exportación, principalmente la soja.

Mencionaban entre otras cosas, la necesidad de apuntar a un modelo de producción de alimentos diversos y sanos, destinados al consumo humano y en primera instancia, de los habitantes de nuestro país: “Un modelo de producción de alimentos que nos haga cada vez más independientes”.

Milton Alario, apicultor de la zona de Villa Minetti, hace producción de miel con muchas dificultades ya que las aplicaciones químicas a los cultivos, del cual se alimentan las abejas, hace que su producción disminuya.

“a mí este modelo me afecta muchísimo. Tengo que trasladar los colmenares. Están a 100 km en promedio, para distintas zonas, por el hecho de que ahí es todo soja ya. Montes no quedan, pasturas como trébol, alfalfa, que podrían servir para la apicultura ya ni existe”.

Por otro lado, Isabel Sánchez del Movimiento Campesino de Liberación que trabaja en Estación Díaz, localidad que se ubica en la zona sur, entre Santa Fe y Rosario, también da cuenta de cómo ha avanzado el monocultivo de la soja y las constantes fumigaciones.

“Yo creo que hace falta más conciencia en la gente. Ojala pudiéramos lograr que al menos se respeten 500 metros que es lo que son los que están en disputa en la legislatura, que tiene media sanción en diputados y estamos esperando la otra media sanción. Pero mientras tanto, se viene una nueva cosecha de soja y eso nos está matando una vez más”, sostiene.

Media sanción

En la sesión del 1 de julio de este año, los legisladores de la cámara de diputados ratificaron el proyecto que modifica la llamada y cuestionada, ley Nº 11.723 de Fitosanitarios en la provincia de Santa Fe, que rige desde 1.995.

El proyecto establece la prohibición de la aplicación aérea de productos fitosanitarios tóxicos y moderadamente tóxicos, que son los incluidos en las bandas rojas y amarillas respectivamente (categorización según la toxicidad del producto) dentro de un área de 3.000 metros del límite de las plantas urbanas.
En tanto que para la aplicación terrestre, el límite será de 1.000 metros de las escuelas rurales, parques industriales, complejos deportivos y recreativos, barrios privados y caseríos, zonas de interés turístico y áreas protegidas, costas de los ríos, arroyos, lagunas y humedales.

Para el caso del glifosato, -producto mencionado por los organismos nacionales como incluido en la denominación Banda Verde (toxicidad leve) “se prohíbe su aplicación aérea dentro de un área de 1.000 metros del límite de las plantas urbanas y, para la aplicación terrestre, el límite será de 500 metros, pudiendo la autoridad local aumentar los metros de previsión”.

Sobre este tema también se refirió el Diputado Antonio Riestra, del FPCyS, quien dijo que la decisión ahora pasa por la cámara de Senadores, que tiene una posición mucho más cerrada con este tema.

“En diputados salió un proyecto posible. Que tal vez no conformó a muchos de los compañeros, sobre todo en aquellos que tenían la expectativa de que se igualara con el fallo de San Jorge en términos de los metros, pero salió una distancia importante de 500 metros. El tema ahora es el Senado, con esas posiciones mucho más conservadoras, con pocos agentes críticos como para impulsar esta propuesta. Lo que hay que decirle a los senadores es que acá la vida, es el bien principal, primordial y que sobre esto no hay especulación posible”.

Por el principio precautorio

El fallo del juez Tristán Martínez de San Jorge, ratificado por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial (Sala II), que prohibió la pulverización terrestre del herbicida Glifosato, a menos de 800 metros del límite urbano en función del principio precautorio, dio lugar al debate y a la lucha de los habitantes de los pueblos – que hoy son afectados por las pulverizaciones- para pelear por la modificación de la norma actual, mientras siguen las investigaciones científicas acerca del riesgo toxicológico del producto.

El proyecto de ley presentado por el oficialismo, también introduce la prohibición “en toda la provincia de Santa Fe del tratamiento de camiones o vagones mediante fitosanitarios y, del mismo modo, cualquier tipo de granos, semillas o subproductos de éstos, prohibiéndose la venta libre y uso de fosfuro de aluminio, fosfuro de magnesio, fosfina, bromuro de metilo o cualquier otro producto que los contenga”.

En la mañana del jueves, el objetivo fue entregar al Gobernador Hermes Binner, un petitorio con 14.000 firmas de santafesinos y habitantes de otras provincias, solicitando la extensión de la medida precautoria establecida en el fallo de San Jorge, de prohibir las fumigaciones terrestres a una distancia de 800 metros de centros poblados y urbanos para todo el territorio provincial y de 1500 metros para las fumigaciones aéreas.
Fabrizio Esparsa de la Organización Muyuqui de la localidad de San Justo, dijo al respecto que “Si bien diputados aprobó algunas modificaciones a la ley de la cual nosotros no estamos absolutamente conformes, porque creemos que la ley debería ser más abarcadora en varios aspectos. Sabemos que en senadores la cosa va a ser diferente. La expectativa que tenemos hoy no es muy positiva. Después de esa modificación va a volver a diputados. Nosotros estamos trabajando por todos, según lo que dice la constitución, el derecho a vivir en un ambiente sano”.

Finalmente y luego de dos intentos fallidos previos el primer mandatario recibió a una comitiva integrada por Carlos Manessi del Centro de Protección a la Naturaleza, Melba Gulli de Asociación para el Desarrollo Rural y el concejal Esteban Roglich, de la localidad de San Jorge, quien comentaron el resultado en la asamblea realizada al término de la reunión.

Más tarde, la vicegobernadora Griselda Tessio recibió a las organizaciones, junto a los presidentes de los bloques del Senado. En el encuentro, escucharon el reclamo de los vecinos y vecinas en relación al pedido del freno de los agrotóxicos en los poblados.

En Senadores

La discusión sobre los productos que usan los productores agropecuarios, en especial para el cultivo de la soja, cruza y pone en distinta o igual vereda, tanto a oficialistas como a opositores.

Pero el punto con más escollo es el de la toxicidad del Glifosato, el cual sigue teniendo una defensa acérrima de su inocuidad, más allá de todas las investigaciones científicas y comprobadas que demuestran lo contrario.

La norma a modificarse también apunta a que la provincia asuma la definición de una línea que proteja a los habitantes de las zonas rurales y periurbanas; y que luego las autoridades municipales y comunales sean quienes dicten excepciones.

Los senadores de la provincia, deberán – en este lapso que queda del 2010 (aunque se cree que este año no tendrá tratamiento final)- definirse con el tema que genera controversias, pero que busca la protección de la salud humana, de los recursos naturales y la producción agrícola.

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