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La Mirada de los Ambientalistas

Tres ONG que trabajan en territorio santafesino marcaron los déficits en temas como avance de la soja y fumigaciones, desmonte de bosques nativos, el agua y la explotación del recurso pesquero.

Fuente: Diario UNO

LA VISIÓN SOBRE EL RECURSO PESQUERO

Jorge Cappato. PROTEGER

Las nuevas autoridades asumieron conscientes de que la gente votó por un cambio largamente esperado, y que en materia ambiental y social había una “demanda contenida” enorme, una verdadera hipoteca. Sin embargo no se conoce que, a un año de gobierno, la gestión ambiental haya tenido logros de importancia, ni que haya trazado, ni comunicado a la sociedad, lo que serán los lineamientos en política ambiental.

Los politólogos saben que lo que no se marca en el primer año tiene bajas chances en el resto de la gestión. No sabemos si las autoridades ambientales no saben, no pueden o no quieren producir cambios. Si falta apoyo o voluntad política, ni a qué nivel hay falta de interés.

El diálogo, hasta ahora amigable, no se traduce en participación real. El involucramiento de las ONG en iniciativas concretas es escaso o nulo. Hay una dolorosa sensación de que el muro entre la sociedad y el Estado provincial, que se levantó durante más de dos décadas, permanece en pie.

El recurso pesquero. Los estudios coinciden en mostrar una dramática tendencia al colapso de la pesquería del Paraná, de no evitarse la sobrepesca industrial para exportación. Es más que urgente que tanto la Secretaría de Ambiente como el Ministerio de la Producción –donde se han dividido las responsabilidades y el poder en el nuevo organigrama de gobierno–, den su apoyo a la pequeña y mediana empresa ligada a la pesca.

Hoy peligran miles de puestos de trabajo vinculados a la pesca artesanal y deportiva, a los pequeños comerciantes de pescado, a los restoranes, la hotelería y un amplio abanico de empresas que proveen insumos y viven de estas actividades. Es un grave error no actuar efectivamente, como es un error creer que la piscicultura puede mitigar la destrucción del principal criadero natural y gratuito de peces de agua dulce del país.

Habiendo estado en centenares de encuentros nunca tuvimos una sensación semejante, con la policía en la puerta y una voz que amenazaba en el micrófono con desalojar la sala si no se respetaba el reglamento, lo que no estaba en el ánimo de los asistentes. Como en el Consejo Pesquero, el subsecretario llama “utópicos” a las ONG que mantienen posiciones diferentes.

Nuevamente con dolor debemos reconocer que el camino hacia una participación real tiene muchos obstáculos. La audiencia pública en Reconquista se llamó por orden de un juez, mientras como en el pasado debemos recurrir a los Defensores del Pueblo para que se respondan pedidos de información que debería ser pública y transparente.

LA SITUACIÓN DE LOS BOSQUES Y EL AGUA

Martín Simón. FUNDAPAZ

Desde Fundapaz nos involucramos principalmente con dos temas: bosques y agua. El primero lo trabajamos desde lo que tiene que ver con la aplicación de la Ley Bonasso. Esa ley, que fue aprobada a fines de 2007, pretende zonificar los bosques de todo el país en rojos, amarillos y verdes.

El rojo es un bosque de tipo intangible, que quiere decir que no son aprovechables, por una cuestión de especies endémicas, por pertenecer a alguna comunidad aborigen o por cualquier otro motivo. Allí no se puede hacer un aprovechamiento forestal y, está en discusión, porque la ley no está reglamentada, si se puede hacer un aprovechamiento de otro tipo como el ganadero. Nosotros estamos en desacuerdo con que no se pueda hacer ningún aprovechamiento.

En Santa Fe, si la zona pintada de rojo no puede tener un aprovechamiento ganadero nos dejaría en una situación casi de reserva. Si queremos preservar los bosques se debería prohibir sólo la explotación forestal. El amarillo es el área donde se va a poder hacer un aprovechamiento forestal con un plan de manejo, que tiene que ser aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente. Mientras que el verde es el área de bosques que puede cambiar de uso y que, con una aprobación de la Secretaría, puede pasar a ser zona de agricultura.

Esto en la provincia de Santa Fe tuvo un avance importante, más allá de que no llegamos con los tiempos que pedía la ley nacional, que pretendía que para fines de noviembre de este año se esté terminando el mapa con los tres colores. Recién ahora lo estamos terminando y se están dando a conocer los primeros borradores. A pesar de eso, Santa Fe es una de las pocas provincias que está tomando de forma bastante seria el tema.

Eso tiene que ver con que nosotros, en 2004, tuvimos una ley de zonificación que hizo que ya hubiera grupos de investigadores trabajando. Todos esos insumos sirvieron para hacer en este momento algo serio. Además, tendremos un proceso participativo en febrero, pero el que va a cerrar el mapa va a ser el gobierno. Hay voluntad para la aplicación de la Ley de Bosques, aunque el tiempo lo dirá.

Respecto del agua también se advierte una forma distinta de tratar el tema en comparación con los gobiernos anteriores. Quizá acá hay menos acción directa que con los bosques. Pero lo que venimos planteando, junto a Fundación Vida Silvestre, es que hay una filosofía de expulsión del agua en la zona de los Bajos Submeridionales con las canalizaciones para agrandar la frontera agropecuaria.

En ese sentido se ve una filosofía distinta ya que el gobierno habla de retención de agua que es lo que se debería hacer. El agua es el recurso con el que hay que asociarse para producir y, en ese sentido, se ve una política diferente. Pero las obras aún no comenzaron y tampoco están demasiado claras.

CRÍTICAS A LA POLÍTICA SOJERA

Carlos Manessi. CEPRONAT

El Centro de Protección a la Naturaleza considera que la gestión del gobierno de Hermes Binner y de César Mackler al frente de la Secretaría de Medio Ambiente, poco cambió respecto a años anteriores.

El primer tema donde hacemos hincapié es la soja en las banquinas de las rutas. En marzo pasado tuvimos una audiencia con Mackler y le planteamos que eso lo considerábamos un despropósito muy grande. Él nos prometió que no iban a autorizar la siembra de soja en las banquinas y que eso iba a tomarse como gestión.

Eso implica que cuando uno va en auto, y a mí me ocurrió en la autopista a Rosario, pasa un avión y te fumiga. Por otro lado, consideramos que las banquinas son reservas de biodiversidad. Hoy camino a Rosario hay entre 80 y 100 kilómetros de ambos lados que están sembrados de soja.

La promesa que hicieron en marzo no se cumplió, todo lo contrario, basta con ir y sacar una foto en la autopista. Ése es un déficit de esta gestión. Si uno quiere, como dijo Binner al principio de su gestión, “ponerle freno a la soja”, las banquinas son un símbolo. Creo que el año que viene todos, gestión incluida, tenemos que hacer un esfuerzo para que no vuelva a ocurrir.

Otro punto es el de las líneas agronómicas de los pueblos del interior. La Ley de Biocidas, sobre fitosanitarios, la 11.273, que es buena para la provincia, dice que los pueblos deben definir su planta urbana y a partir de ahí son 500 metros en los que no se puede fumigar. Se establece un cordón para preservar la salud de las comunidades. La ley hace 15 años que está y no se cumple. Ni los municipios, ni las comunas lo tomaron como política y la provincia tiene mucho que ver con esto.

En el tema pesca estamos igual que el año pasado, incluso hay compañeros que dicen que estamos peor. Sabemos que en nuestros ríos no hay peces. Nos llegan pedidos al Cepronat de pescadores que nos dicen que ni mojarritas salen. Ahí hay una deuda importante de la Secretaría de Medio Ambiente y del Ministerio de la Producción, y ése es otro problema: en la provincia de Santa Fe el recurso pesquero está en manos de dos organismos del Estado.

Otro punto deficitario es el de los desmontes. Si bien se avanzó para cumplir con la Ley Bonasso, que cajoneó el gobierno nacional, la provincia debería haber presionado política y públicamente para que esa ley sea reglamentada. El 28 de noviembre se cumplió un año de su sanción y aún no se reglamentó. Eso es responsabilidad de la provincia, porque sin ley vamos a seguir teniendo desmontes.

El Cepronat considera que Santa Fe, una de las ciudades con mayor riesgo hídrico del país, ve incrementado ese problema por el desmonte que se hizo en la cuenca alta del río Salado. En el último año se denunciaron muchos desmontes y, a pesar de que Mackler anunció sanciones, no hubo ni un caso testigo como para que los productores entiendan que no hay que desmontar y que están faltando a la ley.

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