Néstor Vargas era un trabajador rural de 27 años, padre de cinco hijos, que trabajaba en un establecimiento de la zona rural de Vera. Néstor falleció el martes de la semana pasada, luego de haber manipulado sin protección alguna agrotóxicos, biocidas destinados a la producción agrícola.
Desde el espacio Encuentro por los Derechos Humanos acompañamos a su familia en el reclamo de JUSTICIA, y REPUDIAMOS la inacción del Estado y sus mecanismos de control, que desde hace años dilata la sanción de leyes que protejan a la salud humana y al ambiente frente a la aplicación indiscriminada de agrotóxicos, permitiendo así que se rieguen venenos cerca de nuestras casas, de las escuelas a las que acuden nuestros niños y niñas, de los cursos de agua que nos proveen de este elemento vital.
¿Cuántos Néstor Vargas más tendrán que sucumbir ante el descontrol de venenos que son manipulados y aplicados –ya sea por los mismos productores o por sus peones– con consecuencias nefastas para su salud y la de sus vecinos?
Casos como el de Néstor fueron tomados en cuenta por el Poder Judicial, en Santa Fe y en Chaco, para prohibir la aplicación de glifosato a menos de 800 y 1.000 metros respectivamente de las poblaciones. Pero en general los poderes Legislativo y Ejecutivo y sus funcionarios cierran filas con el discurso de las “buenas prácticas”, junto a los fabricantes y vendedores de agrotóxicos, sosteniendo que el uso responsable de los mismos garantiza su inocuidad, en tanto que las prácticas suelen ser sumamente negligentes en la realidad.
REPUDIAMOS el comportamiento del Hospital de Vera, ya que el jueves 13 de octubre, cinco días antes de su deceso, Néstor Vargas había acudido en busca de ayuda, porque se sintió mal. No sólo tuvo una atención mínima, sino que además ante su cuadro agravado por vómitos y fiebre, no logró que lo internaran. Solamente luego de una consulta privada el joven fue derivado de urgencia a Santa Fe, donde finalmente falleció (Fuente: http://www.infovera.com.ar).
Este comportamiento del efector de salud pública sirve como la mejor muestra de lo que deben padecer, cuando acuden a los dispensarios y hospitales en busca de ayuda, muchas de las personas que sufren las consecuencias de los agrotóxicos. En lugar de garantizar la prestación de un derecho humano tan elemental como el de la salud sin importar el poder adquisitivo o la procedencia social del paciente, se convierte a las personas en víctimas de una doble agresión: la del envenenamiento y la de la negación de salud.
Desde el Espacio Encuentro por los Derechos Humanos decimos:
Justicia para Néstor Vargas.
Juicio y castigo para quienes lo envenenaron y para quienes lo condenaron con un tratamiento negligente en efectores públicos de salud.
Basta de agrotóxicos envenenando nuestra tierra, nuestro aire, nuestra agua y nuestra gente.
Encuentro por los Derechos Humanos:
Instituto de Cultura Popular (INCUPO) | Frente Gremial “4 de Abril” – Departamento General Obligado | Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) | Partido Obrero | Liga Argentina por los Derechos del Hombre (Filial Zona Norte de la Provincia de Santa Fe) | Cátedra Abierta sobre DDHH – ISP Nº 4 “Ángel Cárcano” | Periódico Edición 4 | Mesa Agroecológica | Proyecto Sur | Taller de la Mujer Reconquista-Avellaneda