Bolivia criticó en Naciones Unidas la exclusión de las principales posiciones de los países subdesarrollados del texto que conforma la base actual de las negociaciones sobre el cambio climático. “Ahora lo que tenemos es un documento desbalanceado que no propicia el avance de las discusiones ni incluye las propuestas del Grupo de los 77”, indicó el representante permanente de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón.
En conferencia de prensa el diplomático se refirió a la reciente ronda de negociaciones celebrada en Bonn, donde, dijo, se produjo un texto que “en vez de incluir las diversas posiciones excluyó varias de las ya existentes en el primer documento”.
Se trata de un simple acuerdo “Copenhague Plus”, subrayó en referencia al texto impuesto por un restringido grupo de países en la llamada cumbre sobre cambio climático celebrada en Copenhague en diciembre pasado.
Aquella reunión fracasó en su objetivo de establecer metas concretas de reducción de emisiones de gases contaminantes y el documento final recibió el fuerte rechazo de un buen número de delegaciones, entre ellos Bolivia.
Lo producido en Bonn contiene todo lo impuesto en Copenhague y excluye todo lo nuevo, al tiempo que busca crear divisiones entre los países subdesarrollados, aseveró Solón.
Denunció que tampoco contempla la posibilidad de ampliar el Protocolo de Kyoto por otro período y sólo tiene en cuenta las opciones trazadas en la capital danesa.
El representante boliviano puntualizó la necesidad de conseguir un nuevo documento con vistas a una reunión programada para julio próximo como única forma de “dar un paso adelante”.
Ahora la situación es muy difícil y si no se incluyen todas las posiciones estallará un conflicto que no queremos, advirtió.
Con respecto al cambio de dirigente en la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Solón expresó su deseo de que la nueva secretaria ejecutiva, la costarricense Christiana Figueres, trabaje en la dirección correcta.
Para el embajador boliviano ahora no hay tiempo para negociaciones dilatadas en materia de cambio climático porque “al final no habrá nada que negociar”.
Si no hay acuerdo en Cancún, habrá un desastre”, vaticinó.