Para el gobernador de Santa Fe el punto de equilibrio es usar a los agroquímicos “no como lo indica el vendedor del producto sino el INTA y la ley”, ya que para él es positivo seguir usando un producto que “evidentemente aumenta la producción y ayuda a producir alimentos”. Agregó que no está demostrado que produzca cáncer.
Por José MaggiFuente: Rosario 12
Para el gobernador Hermes Binner “tenemos buenas leyes y muchas dificultades para hacerlas cumplir. Pero el tema que nos preocupa es la contaminación del aire, la tierra y el agua. Se cree que el ambiente puede digerir todo lo que el hombre le arroja y no es asi, por eso hay que buscar racionalidad. Por eso tiene que actuar con mucha fuerza los institutos como el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), que son los que deben dar reglas claras y la información que necesita el hombre campo”, dijo el gobernador.
Binner cree que “venimos de tiempos en que se usaban los organoclorados y nos enteramos que se podía vender pero no usar, luego vinieron los organofosforados que se degrada en el ambiente. Y luego tenemos el que se asocia directamente con la soja transgénica y la siembra directa que es el glifosato, que está absolutamente en estudio, y que en general no hay manifestaciones demostrables en contra de la salud del hombre si se usa en la forma que plantea en la ley, tanto en la fumigación aérea como en la terrestre”.
Y opinó que “la mayor responsabilidad es de los que aplican estos elementos, sabiendo que no es colocando más cantidad de productos la forma de mejorar la producción. Se debe usar de forma reglada, porque ese trípode (soja transgénica, siembra directa y glifosato) bien utilizado es uno de los fundamentos extraordinarios para la preservación del medio ambiente. Por un lado, porque se han disminuído notablemente los laboreos en el campo, con lo cual se gastan menos combustibles fósiles, y por otro lado utilizados en la forma que hoy los estudios científicos lo indican , han aumentado enormemente la productividad y la riqueza de nuestro país”.
¿Usted cree que esto se utiliza responsablemente en la provincia de Santa Fe?
Por eso creo que hay muchísima gente que lo usa responsablemente y muchísima que no lo usa responsablemente. Lo que tenemos que demostrar es que el que lo usa reponsablemente tiene igual beneficio que aquel que lo usa irresponsablemente en lo personal. Me parece que hay que aceptar la ley, saber a cuántos metros hay que fumigar si es aérea, a cuántos metros si es terrestre.
¿Qué le responde a quienes le está pidiendo que adopte el fallo de San Jorge con las distancias de 800 metros en caso de aplicaciones terrestres y 1500 metros en las aéreas?
Hay que respetar lo que dice la ley (N. del R: es bastante menor ). Y además hay que ver los días en que hay viento, porque estos espacios se amplian enormemente cuando hay viento.
¿Piensa aplicar nuevas políticas de control sobre estas prácticas?
Hay controles lo que pasa es muy difícil de controlar sino hay una mínima responsabilidad de quien lo aplica, que tiene que entender que incrementando la concertación de glifosato no va a mejorar la producción. Esto es demostrado. Por otro lado hay una tendencia del control integrado de plagas, que es una propuesta atendible en pequeñas parcelas y no en forma extensiva como hoy se está usando.
En contra de lo que usted sostiene hay quienes definen el modelo de soja transgénica más agroquímicos como un modelo insustentable.
Mire, el agotamiento del suelo no se manifiesta en la forma que se creía, como se pensaba que iba a agotar el suelo la siembra directa y la soja. Esto siempre y cuando se tenga en cuenta la rotación de los cultivos, que es uno de los elementos que ayuda a la conservación de suelo.
¿Cómo piensa que puede tener una buena relación con un sector importante de la producción santafesina como el campo y cuidar la salud de los habitantes de esta provincia, que manifiestan distintos tipos de alertas por las enfermedades que sufren a partir de uso de tantos agroquímicos? ¿Cuál es el punto de equilibrio si es que lo hay?
El punto es usar no lo que le indica el vendedor del producto sino el INTA y la ley, esto es el uso racional de un producto que favorece evidentemente la producción y favorece la vida porque produce alimentos. Hoy hay una demanda mundial de alimentos. En la década del sesenta el ingeniero agrónomo Norman Borlaugh que salvó la vida de millones de personas, en Mexico, la India y Pakistán, con su famosa Revolucion Verde, que salvó vidas a través del alimento. Por eso nosotros debemos seguir usando los nuevos elementos para mejorar racionalmente la producción, porque hay un mundo que está demandando cada vez más alimentos. Lo dice la FAO dentro de treinta años van a ser falta el doble de toneladas de cereales de lo que se produce hoy: de 3500 millones de toneladas a 7000 millones de toneladas. Y esto se logra mejorando la producción en lugares más fértiles e investigando nuevas semillas y nuevos productos en los terrenos menos fértiles.
Hoy muchos santafesinos piden que se aplique el principio precautorio sobre el glifosato: ante la duda sobre sus efectos sobre la salud, se debería impedir su uso hasta esclarecerlo. ¿Qué les responde?
Creo que no debe haber ningún producto que pueda demostrarse que en cantidades excesivas produce cáncer. A nivel experimental usted puede producir cáncer con elementos de la comida diaria. Evidentemente esto no es lo que está ocurriendo en la sociedad , que usa los elementos, algunos de ellos erradicados por producir cáncer. Pero todo producto utilizado en forma racional y que cubra con las necesidades de su aplicación no está demostrado que produzca cáncer.
Acuíferos Contaminados
Los signos de alerta han hecho que se conforme una comisión entre los ministerios de Agua y Medio Ambiente, Salud, Trabajo y Producción. A Antonio Ciancio (Medio Ambiente) lo preocupa “el agua para el consumo humano contaminada por el uso de agroquímicos”. Por eso advirtió que “hay que preservar el rio Paraná como una gran fuente depuradora”.
¿Esté contaminado el acuifero Puelche una de las reservas de agua más importante de la provincia?
Existe una preocupación desde hace muchos años sobre todos los acuíferos, habida cuenta que no hay un control exhaustivo historicamente sobre los distintos tipos de contaminación y donde los agroquímicos son uno de los focos de atención, desde el punto de vista ambiental. Estamos viendo estos temas, y el tema de las fumigaciones, el lavado de los vehículos fumigadores, los depósitos de agroquímicos en los centros urbanos, el destino final de los envases. Esta es una mezcla bastante complicada, porque en última instancia todo esto va a parar a la tierra y de allí pasa a los acuíferos, que si bien tienen un poder de renegeración, un poder de metabolización pero evidentemente las cosas no duran para siempre. Esta preocupación ha hecho de que nos reunamos , que conformemos el comité interministerial.
¿A qué profundidad penetraron los agroquímicos para contaminar a los acuíferos?
No lo sabemos a ciencia cierta, lo que estamos viendo en distintos lugares es que hay poblaciones que están usando aguas de perforaciones y que empiezan a haber algunos pequeños síntomas que hacen que veamos que el futuro se va a poner complicado sino no nos ponemos a trabajar inmediatamente.
¿Hay alguna localidad en particular?
No hay una localidad puntual. Lo que tenemos por otros tipos de cuestiones por características del lugar, en el norte y en el oeste santafesino hay aguas que tiene cada vez más problemas para ser tratadas por la cantidad de sales, por la cantidad de minerales que están teniendo, y esto ha hecho que diseñemos un plan de acueductos que tiene una fuente de agua segura que es el río Paraná, al que también hay que controlarlo y protegerlo. Eso llevó a una tarea muy importante con los puertos, con las industrias que están a la vera del río Paraná, donde la Secretaría de Medio Ambiente está ejerciendo un doble rol: El poder de policía haciendo inspecciones y un poder de consenso donde se han logrado algunos avances importantes como códigos ambientales portuarios, en la zona Puerto San Martín, asi como en la cuenca lechera con producciones más limpias. Lo que buscamos es la manera de mejorar las prácticas ambientales, que no se vuelquen las napas productos residuales de proceso industriales.