Washington Uranga estuvo en Rosario, invitado por la biblioteca popular Pocho Lepratti. En diálogo con enREDando, el periodista de Página12, investigador y docente de la UBA, analiza las posibilidades de construcción de alternativas comunicacionales en el actual escenario político. Reflexiona sobre los desafíos y responsabilidades de las organizaciones sociales para incidir en las políticas públicas. También se refiere a la necesidad de repensar la democracia; y a la “falta de políticas públicas integradoras”.
Fuente: Portal Enredando.org
e: Partiendo de considerar a la comunicación como un derecho humano, en el actual contexto histórico político ¿podemos vislumbrar un nuevo escenario, más amplio y diverso para que se den nuevos procesos de comunicación?
W.U: En realidad hay un contexto que permite construir otras alternativas comunicacionales, hay un contexto que permite otra construcción política también, me parece que es un momento coyuntural histórico, político y cultural que habilita toda una serie de posibilidades y que también nos carga de responsabilidad. Porque los momentos habilitantes también son convocatorias a la acción, y si nosotros no estamos a la altura de responder eso, en realidad estamos fallando. Creo que además es un momento donde cada uno de nosotros/as tiene que asumir las responsabilidades que tiene, hay que tener en claro que no todas las cosas se pueden poner afuera, hay situaciones y dificultades en el afuera, pero hay muchísimas dificultades en el adentro.
e: En este sentido, es un desafío para las organizaciones sociales empezar a incidir realmente con estrategias de comunicación, desde un lugar político más fuerte para disputar espacios…
W.U: Creo que es un momento donde las organizaciones tienen que trabajar en función de un mayor protagonismo, de una mayor presencia en el escenario de lo público, donde tienen que pensar más allá de sí mismas. Es un momento donde todos/as tenemos que pensar en lo público como un espacio a conquistar, tenemos que pensar en los procesos de incidencia en políticas públicas, donde tenemos que desafiarnos a salir, apoyándonos en lo micro, en lo local, en los procesos de comunicación barrial y comunitaria, pensar cómo trascendemos esto: generando redes, sumando iniciativas, fortaleciendo la trama, jugando en el campeonato de primera, en el espacio donde se construye una política que incida en el desarrollo de los acontecimientos. Creo que hay que formar en la vocación política, en la responsabilidad colectiva frente a desafíos que también son colectivos.
e: En esto incide, supongo, toda esta cuestión delegativa de nuestra democracia, es como que nos cuesta avanzar en la participación…
W.U: Una de las tareas pendientes es repensar la democracia, me parece que partiendo de la democracia representativa como una herramienta válida, cada vez más tenemos que pensar cómo construir espacios de democracia participativa, donde se apoyen dos puntos centrales: uno es la perspectiva de derechos para todos/as que además tiene que estar apoyada en lo comunicacional porque el derecho a la comunicación es habilitante para los otros derechos. La otra pata es la diversidad y la pluralidad, asumiendo que lo diverso es ineludible a lo social, que lo plural es absolutamente inevitable en el marco de una democracia donde somos diferentes, afortunadamente, y donde nos enriquecemos desde las diferencias. Me parece que estas dos patas son esenciales a una democracia más participativa.
El cómo no es fácil, por ejemplo ha habido varios intentos de presupuesto participativo, que no llenan muchas expectativas, se quedan muy a mitad de camino. Pero hay que trabajar en eso, hay que ser creativos y la otra cosa es no tener miedo a equivocarse, equivocarse es parte de la acción política y social. También hay que trabajar sobre la humildad en no pensarse como dueño de la verdad absoluta, nadie es dueño de la verdad absoluta, todos tenemos partecitas, y la verdad es una construcción social, colectiva, donde todos aportamos. Y la verdad del conjunto es con el aporte de todos, que alguien pretenda pararse en el lugar de la verdad es parte de la soberbia de los seres humanos.
e: ¿Qué papel te parece que están jugando las nuevas tecnologías es este nuevo escenario de constante disputa por los sentidos?
W.U: Hay una brutal aceleración del tiempo a raíz de las nuevas tecnologías, que significa acortar los procesos en tiempo histórico y además hacer que muchos procesos sean más accesibles a otros sectores. Las nuevas tecnologías ayudan a acelerar los procesos y generan accesibilidad, pero no por sí mismas, hay algunas ideas respecto de que la tecnología en sí democratiza, pero no, el avance tecnológico es una herramienta enorme, pero hay que ayudar a eso, construyéndolo con sentido político, cultural, etc.
e: Y a nivel políticas de comunicación y de acceso a las nuevas tecnologías, ¿cómo lo observás a nivel país?
W.U: Creo que se dan pasos pero se carece de un política. el programa Conectar Igualdad es un gran paso pero no hay una política integradora, está muy bien pero hay que trabajar los contenidos, no basta solamente con repartir netbook y generar una red. Me parece muy bien que se avance en la televisión digital, pero hay que saber qué le vamos a poner adentro. Además, necesitamos una política que integre todo, si algo nos ayuda el desarrollo de las nuevas tecnologías es a los procesos de integración y de intercambio entre distintos soportes, y me parece que eso no está pensado desde un lugar central, no está discutido como un proceso de política cultural y comunicacional. Me parece que esa es una carencia importante y no veo mucha gente que lo esté trabajando, me da la impresión que a veces se toman decisiones espasmódicas, pero esto no termina cerrando.
e: Si lo vemos en perspectiva, de 2001 para acá, con todo lo que falta por hacer, ¿se ve un avance del campo social y popular?
W.U: No sólo incipiente, hay un enorme avance del campo social y popular, y eso permite hablar de las condiciones que mencionábamos al comienzo del diálogo. Esto lo que permite es generar hoy condiciones importantes para seguir construyendo, creo que se ha avanzado mucho, que son años muy importantes. También es cierto que cuando uno puede avanzar, también y legítimamente se aspira a mucho más.
Por ejemplo, la Asignación Universal por Hijo me parece un piso muy importante, ahora, también quiero más, me parece que la condición ciudadana demanda más, requiere más, y hay que trabajar por eso. Creo que en este campo hemos avanzado mucho, la misma ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, hay que mirarlo como el resultado y triunfo del trabajo de muchos años, de muchas organizaciones, como la construcción de base, pero es un piso. Hay que seguir creciendo porque sino estamos perdiendo el horizonte de la dignidad, estamos perdiendo el horizonte de una plena realización como sujetos.