El 7 de julio pasado se estrenó el documental ‘Pozo del Castaño’ en la ciudad de Santiago del Estero. La proyección se llevó a cabo en la Casa Diocesana, donde además se debatió sobre el conflicto de tierras que tiene dicha comunidad del norte santiagueño desde el año 2010. Redaf tuvo la oportunidad de asistir al evento y conversar con los realizadores del film: el director Amilcar Soto, la asistente de dirección Valeria Ramírez y la productora general María Elena Orellana.
Redaf_ ¿Como surge la idea de realizar este documental?
Amílcar Soto_ La película se da de manera imprevista ya que surge en el momento mismo que se daba un conflicto en la zona de Pozo del Castaño, y donde tuvimos la oportunidad de llegar y ver la organización de la resistencia a los atropellos por parte de los empresarios Recio y Croche. Entonces llegamos al lugar y empezamos a filmar toda la conmoción que fue para la comunidad que los hayan tiroteado y amedrentado.
Después conseguimos el video donde está filmado el momento en que tiran los tiros, gracias a Yanina Alcaide que es la que los filmó. Así que a través de recoger testimonios, filmaciones y fotografías de los testigos involucrados fuimos reconstruyendo lo que había pasado. Y, a su vez, fuimos mostrando toda la secuencia que involucraba a la comunidad campesina y que les llevó a autoorganizarse, buscar los mejores métodos para resistir y lograr la tenencia de la tierra de nuevo.
Redaf_ ¿Como se enteran de este conflicto?
María Orellana_ Soy parte de El Ceibal Asociación Civil, que viene trabajando desde hace más de quince años con comunidades campesinas de la zona de los departamentos Copo, Alberdi y Pellegrini. El tema de la tierra, los territorios y la defensa de los territorios son centrales para nosotros, porque sin la tierra no hay producción. El 2010 fue uno de los años más conflictivos, más crudos en Santiago del Estero. Justo cuando se produce lo de Pozo del Castaño, Amilcar estaba filmando otro conflicto de tierras en Piruaj Bajo, departamento de Copo. Entonces le aviso que hay un conflicto en Pozo del Castaño, comunidad que ya veníamos acompañando.
Habían disparado dos días antes, que es lo que menciona Amilcar. Y cuando llegamos allá nos encontramos con las comunidades en una asamblea. Y ahí se desarrolla el documental. En tiempo directo, cómo ellos se van organizando, y vamos corriendo con la cámara todo el tiempo hasta que llega la policía.
Valeria Ramírez_ Para esta película fueron bastantes años de trabajo. Esto se filmó en 2010, y estuvo dormido un tiempo por otros trabajos que hacíamos paralelamente, con conflictos de tierra y campesinos.
Y un día dijimos que lo teníamos que presentar sí o sí, porque se había retomado el conflicto. Entonces decidimos terminarlo. Queríamos hacerlo más abarcativo, pero este conflicto era tan fuerte, tan potente, que en sí mismo era una película entera. Entonces merecía ser contado en su totalidad. Las imágenes, la crudeza de cómo se fueron desarrollando los acontecimientos, es un material híper valioso. Los protagonistas son ellos, los integrantes del Mocase, los acompañantes.
M.O_ No hay guión, son las asambleas las que se va retomando en el momento, nosotros vamos siguiendo con la cámara.
Redaf_ ¿Qué aprendizajes pudieron sacar de esta experiencia?
A.S._ Tiene varios hallazgos la película. El haber estado en el preciso momento en el que un empresario irrumpe en una comunidad, trae los sicarios y los hace trabajar para ellos; trae la policía y los hace trabajar para ellos; trae el Estado y los hace trabajar para ellos. Y cómo una comunidad queda totalmente desamparada…quedan totalmente sin derechos. Ante esa situación la comunidad se organiza. Y eso es una lección de vida que nos deja la comunidad de Pozo del Castaño, que hasta el día de hoy sigue luchando. Y ahora volvió a resurgir el conflicto.
M.O_ Después del conflicto, en 2010, la comunidad sale a la ruta 34 y la corta durante un mes y medio, casi dos.
Ahora el empresario está de vuelta. Como sabe que la comunidad está organizada, y se llevan constantemente acciones de autodefensa y mejoramiento de los actos posesorios, entonces no se anima. Y él espera alguna flaqueza, porque dentro de la comunidad hay informantes, son 2 o 3 personas que le pasan información. Lo que se rescata es la importancia de la organización, de la resistencia, para evitar que sean nuevamente desalojados y despojados de sus tierras. Es la única herramienta que tienen las familias campesinas, y la única manera que tienen de hacerse escuchar y que el Estado esté presente.
V.R._ Esto que pasó no fue guionado, como decía María Elena, porque se estaba cubriendo otra cosa antes de esto. Básicamente fue como una cámara testigo de lo que sucedió ahí. Nosotros nos encontramos con un material donde los empresarios son los que atacan a la comunidad, y la comunidad de repente se defiende. Yo creo que es invaluable el aporte periodístico e histórico de la situación, reflejando el avance sobre el campesinado, un drama que todo el tiempo en las ciudades escuchamos pero no se sabe cómo es realmente.
Y el haber estado ahí con una cámara, poder mostrarlo, creo que es invaluable tener ese registro. Porque la gente en la ciudad no tiene ni idea cómo se maneja el campo, como se lucha en el campo, por qué las comunidades campesinas (sobre todo acá en Santiago del Estero) defienden tanto su tierra, su lugar. Nosotros hemos viajado por otras comunidades, pero lo que vimos acá, de cómo se para la gente, no sé si lo hemos visto en otro lugar.
Redaf_ ¿Cómo sigue el recorrido del documental?
A.S._ La idea es difundirlo lo más ampliamente posible. Hacer conocer algunas acciones: hemos llegado a filmar a Croche y Recio tratando de atropellar a las camionetas que iban acompañando a la comunidad, a la policía negándose a tomar la denuncia, negarse a intervenir. Es muy fuerte el documental. Y eso queremos llevarlo lo más ampliamente posible para que se difunda esa situación. Y además para aportar en armar un arco mediático que proteja a la comunidad con la denuncia del hecho mismo.
M.O._ Yo lo que tengo que rescatar es que no he encontrado en Santiago otros realizadores, como Amilcar y Valeria, que capten esa mística. Con ellos podemos hacer registros, visibilizar, comprender e interpretar lo que transmiten las comunidades campesinas en la defensa de los territorios, en la defensa de la vida en sí misma. Nosotros, lo único que tratamos es de visibilizar, a través de los documentales, mostrar cómo es la vida de las comunidades campesinas, cuales son los derechos vulnerados y cómo ellos se paran como sujetos de derechos, se posicionan como sujetos de derecho frente al Estado, frente a la sociedad.
A.S._ Algo que quería agregar es que para esta película no tuvimos financiamiento, es totalmente autogestiva. Pretendemos concursarlo al documental, mandarlo a todos los festivales que podamos y a ver si logramos algún presupuesto que nos devuelva un poco de todo el trabajo hecho.
Luego del estreno, la película siguió su recorrido por otros espacios de la ciudad capital, y recientemente manifestaron interés de proyectarla desde otros puntos del país. Amilcar y Valeria conforman la productora audiovisual independiente y cooperativa ‘Kontrapikado’, radicada en Resistencia, Chaco. Desde hace 10 años vienen registrando distintos conflictos de tierra de las comunidades campesinas e indígenas, testimoniando cómo viven las organizaciones dichos conflictos, sus intereses y luchas.
VER TRAILER DEL DOCUMENTAL ‘POZO DEL CASTAÑO’