Red Agroforestal Chaco Argentina Redaf
Académicos y representantes de movimientos sociales latinoamericanos coincidieron en que es urgente redefinir los modelos de producción en la región. Restringir el uso de tóxicos y plaguicidas es indispensable para que las poblaciones vivan digna y saludablemente. Esa fue una de las principales conclusiones del 1er. Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental y 2do. Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados, realizado entre el 28 al 30 de abril, en Rosario, provincia de Santa Fe.
La actividad fue organizada por los responsables de la materia de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el Foro Ecologista de Paraná y el Centro de Protección a la Naturaleza santafesino.
La convocatoria al encuentro hablaba, entre otras cosas, de un “modelo de organización de las sociedades y los procesos productivos que se nos impone bajo el lema de ’crecimiento-desarrollo-progreso’, con el que están llevando adelante el traspaso de los modelos productivos contaminantes hacia nuestra América Latina”. Y agregaba: “concentraciones urbanas, agrotóxicos, transgénicos, minería, pasteras, represas, centrales nucleares, químicos, sistemas sanitarios y jurídicos incapaces de dar respuesta, todos elementos que determinan nuestras cotidianeidades, ordenando los perfiles de morbimortalidad de las comunidades a las que pertenecemos”.
El coordinador general del encuentro, el doctor Damián Verzeñassi, resumió a Radio Mundo Real que “lo que ha quedado claro es que hay una necesidad imperiosa de rediscutir y redefinir con urgencia los modelos de producción en América Latina, cuál es el modelo y el sistema que nosotros queremos para generar las condiciones para la vida en nuestros países”.
“Unos plantean que tiene que ser una vida para los que puedan pagarla, otros planteamos que tiene que ser una vida para todos con la misma garantía de derechos”, agregó Verzeñassi en entrevista cedida a Pablo Valenzuela, colaborador de Radio Mundo Real en Paraguay y presente en el encuentro en Rosario.
El médico argentino es co-responsable académico de la materia Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario. Consideró fundamental la unión de los activistas ambientales de la región y los académicos. “Todavía existe esa diferencia entre la Universidad o la academia y los movimientos sociales, y es lo que hemos intentado romper con este congreso”, dijo. “Las luchas de los movimientos sociales y de las universidades en algún momento tendrán que ser sencillamente las luchas de los ciudadanos y los seres humanos que queremos vivir dignamente”, agregó.
El 1er. Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental y 2do. Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados contó con la participación de más de 300 personas de cerca de 10 países latinoamericanos. Está previsto que se realice un segundo encuentro en mayo de 2013.
“La realidad de América Latina es común, responde al patrón de las potencias mundiales económicas de limpiarse sus territorios a costa de nuestras enfermedades”, consideró Verzeñassi.
Agregó que hay cientos de miles de investigadores y docentes en la región “dispuestos a trabajar y a ponerse a la altura de las circunstancias al lado de los movimientos sociales, ser parte de ellos”, para “construir conocimiento científico que empodere y permita construir una vida más digna para todos”.
En esta línea, el doctor aseguró que hace cuatro años que la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario tomó la “decisión política” de transformarse en un “foco de resistencia”, en una ciudad por la que sale gran parte de la materia prima extraída a América Latina.
Rumbo al segundo encuentro de 2013, Verzeñassi propuso que académicos y movimientos sociales sigan trabajando en foros locales, regionales, que permitan un acercamiento a las realidades cotidianas para “construir conocimiento” y fortalecer “las luchas en favor de la vida”.
