Según esa asociación de productores, científicos alemanes consideraron que no existe “una base sólida para prohibir o imponer restricciones específicas en el uso” de ese cuestionado agrotóxico. Los argumentos en contra en un video (Dr. Andrés Carrasco).
Fuente: Rosario 3
La Sociedad Rural de Rosario recibió con “satisfactoria tranquilidad” un estudio sobre el glifosato que realizaron especialistas de la Unión Europea y que señala que “no es una sustancia tóxica para el medio ambiente ni para la salud humana”, según reproujo esa asociación de productores.
La Unión Europea, a través de su Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y la Salud Animal, sección Productos para Protección de Cultivos, dio a conocer el veredicto de las autoridades alemanas encargadas a fin del año pasado de estudiar las conclusiones del trabajo de investigación ex miembro del Conicet Andrés Carrasco, referido a los efectos del glifosato.
Las sospechas sobre el uso de glifosato no sólo parten de ese estudio sino de sospechas en distintas localidades. Semanas atrás, habitantes de la comunidad aborigen del paraje La Lola, a 15 kilómetros de Reconquista, denunciaron la muerte de animales domésticos y la aparición de algunos síntomas en niños y personas mayores y lo vincularon con la fumigación con “glifosato”.
Según un comunicado de la Sociedad Rural, “las autoridades alemanas llegaron a la conclusión que los estudios habían sido realizados bajo condiciones muy artificiales, sumamente diferente de lo que puede ser esperado en circunstancias agrícolas, y que es escasamente posible predecir un efecto adverso en los mamíferos sobre esta base. Ellos señalaron que hay un comprensivo y confiable banco de datos toxicológicos para el glifosato y los efectos observados no han sido revelados en los estudios en mamíferos, ni se evidenció epidemiológicamente en humanos”.
Lo expuesto por Alemania indica “que los resultados de los estudios no ponen en tela de juicio la actual evaluación del riesgo de la sustancia en la UE y los productos utilizados en la UE, que contienen esta sustancia con respecto a la salud humana”. En consecuencia, “la Comisión no considera que exista actualmente una base sólida para prohibir o imponer restricciones específicas en el uso de glifosato en la Unión Europea”.
“Estas conclusiones, a parte de brindar tranquilidad para el sector rural, nos posibilitan contar con argumentos sólidos y de raíz científica en nuestra tarea de buscar la verdad sobre el uso del glifosato”, dice el comunicado de la Rural, que a su vez cita como fuente al Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia de Santa Fe.
La presentación del doctor Carrasco
El origen del estudio europeo
En detalle, la información da cuenta que la Comisión actuante había sido informada de la publicación de un artículo en la prensa científica con respecto a efectos tóxicos en la reproducción probablemente generados por glifosato y los productos que lo contienen, donde se observaron tales efectos después de la inyección a embriones de pollos y ranas.
El tema se había puesto en la agenda del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y de Salud Animal el 29 de septiembre de 2010 y la Comisión invitó a Alemania, que es el Miembro Estado Relator (Rapporteur) y que evaluó a priori la aprobación del glifosato para la Unión Europea en el 2001, para que evalúe sus vistas en los estudios anteriores, la validez de su metodología y, pretenciosamente, su relevancia a la evaluación normal y aplicación de glifosato como pesticida.
Las autoridades alemanas llegaron a la conclusión -siempre según La Rural- que los estudios habían sido realizados bajo condiciones muy artificiales, sumamente diferente de lo que puede ser esperado en circunstancias agrícolas, y que es escasamente posible predecir un efecto adverso en los mamíferos sobre esta base. Ellos señalaron que hay un comprensivo y confiable banco de datos toxicológicos para el glifosato y los efectos observados no han sido revelados en los estudios en mamíferos, ni se evidenció epidemiológicamente en humanos.