Aprobó la expropiación de 14.404 hectáreas en favor de la comunidad Sawhoyamaxa, ubicada en el departamento Presidente Hayes, en el límite oriental del Chaco. Una medida histórica que avanza hacia el cumplimiento de una sentencia de la CIDH pendiente desde 2006.
Fuentes: Tierra Viva / Agencia EFE
Ahora sólo resta la promulgación de parte del Ejecutivo, con lo que se concretaría “la mayor restitución de tierras a una comunidad indígena en la era democrática en Paraguay”, señaló Julia Cabello Alonso, coordinadora de la ONG Tierraviva, que representa legalmente a la comunidad originaria.”Hoy es un gran día también para el resto de los pueblos indígenas y los derechos humanos”, añadió al comentar el dictamen final del parlamento paraguayo realizado el 21 de mayo pasado.
La lucha del pueblo Sawhoyamaxa, que reclama el reconocimiento de su derecho ancestral sobre más de 14.400 hás, tiene 23 años de historia. En 2006 lograron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitiera una sentencia favorable a su reclamo, que no había tenido respuesta hasta hoy. Como una forma de apurar la resolución del Gobierno paraguayo, las familias habían ocupado en marzo de 2013 parte de las tierras reclamadas.
“Sawhoyamaxa nunca se va a olvidar de esto, después de 23 años de haber sido esclavizados, de haber estado en una cárcel, por primera vez en la historia hemos recibido una ayuda. Hemos ganado la primera partida”, dijo con lágrimas en los ojos al conocer el voto Leonardo González, uno de los líderes de esa comunidad indígena.
En cambio, Modesto Ramón Guggiari, el gerente general del grupo Liebig, la empresa agroganadera del terrateniente, dijo en el Congreso que la medida “no soluciona nada”. “Los indígenas seguirán en la indigencia, porque ellos siempre son pobres y aún con tierras siguen viviendo mal”, aseveró. Agregó que “el presidente de la República (Horacio Cartes) me aseguró que va a rechazar esto, así que falta mucho todavía”, declaró.
Los Sawhoyamaxa, pertenecientes al pueblo Enxet, fueron expulsados de sus tierras hace 23 años por Heribert Roedel, un terrateniente llegado de Alemania, donde fue condenado por venta fraudulenta de tierras.
Medio millar de personas que hasta entonces había vivido de la recolección, la agricultura y la caza en un vasto terreno de la región del Chaco paraguayo se vieron obligados a subsistir en precarias condiciones al borde de un camino.
“El Estado ha hecho mucho daño a la comunidad, a mi familia, han muertos muchos miembros por el camino en esta lucha. Es un triunfo que la comunidad merece”, aseguró González.
Historia del despojo de los Pueblos Indígenas de sus tierras:
Desde 1885 comienza el proceso de venta del Chaco paraguayo a especuladores extranjeros. Para 1946, 14 propietarios habían comprado 7.567.457 hectáreas en latifundios de más de 100.000 hectáreas cada uno (Meliá, 2000).
La tierra no sólo fue vendida sin permiso de sus dueños originarios, los indígenas, sino con ellos dentro.
En el caso concreto del pueblo Enxet, todo su territorio había sido ocupado, en 1950, por nuevos propietarios. Antes de eso, los indígenas Enxet eran independientes y soberanos. Vivían en comunidades y practicaban una economía de subsistencia diversificada, basada en la caza, la recolección, la pesca, el pastoreo y la agricultura en pequeña escala.
La consecuencia inmediata del despojo territorial fue el deterioro de su situación económica. Los indígenas fueron privados de sus animales domésticos y tuvieron que pedir permiso para realizar sus otras actividades como la caza y pesca.
La situación actual de la mayoría de estos pueblos se caracteriza por la explotación laboral y la carencia casi absoluta de servicios estatales como salud, educación, vías de comunicación y de otra índole.
Luego de largas luchas, varias comunidades consiguieron recuperar una pequeña parte de sus territorios, pero muchas siguen aún luchando por un lugar en el Chaco.
Comunidad indígena Sawhoyamaxa
Sawhoyamaxa significa “del lugar donde se acabaron los cocos”. Los indígenas Sawhoyamaxa pertenecen a los pueblos lengua sur o enxet y lengua norte o enhlet.
En 1991, la comunidad Sawhoyamaxa inició los trámites para lograr el reconocimiento legal de sus derechos a las 14.404 hectáreas que les corresponde como parte de sus tierras ancestrales que se encuentran en la finca Loma Porã, en una zona del límite oriental de la región del Chaco.
Una vez agotados los recursos internos, la comunidad indígena Sawhoyamaxa del Pueblo Enxet acudió al Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos.
En 2006, 15 años después de haber presentado la reclamación, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó al Estado paraguayo por la violación de los derechos a la propiedad colectiva de sus tierras; a la vida; a la personalidad jurídica; a las garantías judiciales y a la protección judicial.
La sentencia notificada al Paraguay en mayo de 2006, establecía una reparación integral a los derechos violados de la comunidad y sus miembros. El principal punto resolutivo, el de la restitución territorial, contaba con un plazo de 3 años para ser ejecutado, momento en el que la comunidad indígena debía contar con tierras tituladas a su nombre y debía implementarse proyectos de desarrollo. Sin embargo, mayo de 2009, plazo límite, encontró a la comunidad en la misma situación de vulnerabilidad conocida por la Corte IDH años atrás.
Luego de una larga espera, y ante la ausencia de señales en cumplirse la Sentencia de la Corte IDH, el 21 de marzo de 2013, la mayoría de las familias de esta comunidad indígena entraron a sus tierras ancestrales.
Para más información sobre este caso: www.tierraviva.org.py