El Instituto de Cultura Popular (INCUPO) cumplió 40 años de vida trabajando con los campesinos y pueblos originarios del norte santafesino. Aunque el Instituto comenzó sus actividades en 1968, se tomó como fecha de inicio el 21 de septiembre de 1970 cuando se realizó la primera emisión radial destinada a la alfabetización de los campesinos. “Un país que no tiene familias viviendo en el campo es un país que pierde soberanía”, dijo Graciela Gásperi, directora general de la institución.
Fuente: Reconquista Medios
“Nacimos con una idea de que nuestra sociedad de la zona rural podía cambiar a partir de la alfabetización y de la mano de Iglesia comenzamos a alfabetizar a través de la radio, de un medio de comunicación para poder llegar a una mayor cantidad de familias. Eso fue en esa concepción de los ’60 y al pasar el tiempo, profundizando la vocación de educación popular, avanzamos en una propuesta de que las comunidades puedan organizarse, analizar sus problemas, analizar la realidad críticamente, y que con esas herramientas puedan crear propuestas y asumirlas organizadamente”, describió la directora de INCUPO, Graciela Gásperi.
En la actualidad INCUPO acompaña a grupos de campesinos e indígenas de las provincias de Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta entre otras. “Ayudamos a que se hagan efectivos sus derechos humanos y a que puedan elaborar, en conjunto con otras instituciones, propuestas de vivir mejor en el campo. No es sólo porque los indígenas y campesinos tienen derechos a estar en la tierra que trabajan sino también es un concepto de sociedad que nos beneficia a todos, estemos en la ciudad o en el campo, es decir, un país que no tiene familias viviendo en el campo es un país que pierde soberanía. Es una mirada y una propuesta de desarrollo distinta a decir solamente hagamos un producto que lo tengamos que exportar. Tenemos que pensar que todos tenemos posibilidades de desarrollarnos en la Argentina, cada uno en su sector productivo en un diálogo. No porque se vayan unos tengan que quedarse otros sino que todos podamos encontrar nuestro lugar”, agregó Gásperi.
Capacitación
Además de la alfabetización a través de la radio, INCUPO realizó desde sus inicios talleres de capacitación con jóvenes de todo el Noreste Argentino. Ricardo Antoniw, lleva treinta años en el rol de capacitador y recuerda que comenzó en Formosa “en lo que entonces era el trabajo de alfabetización y al poco tiempo comencé lo que se denominó Cursos de Educación Fundamental Integral, que se realizaban en el Centro de Capacitación que INCUPO tiene en La Lola”. “Eran cursos que duraban sesenta días y venía gente de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Catamarca y se aprendía un oficio. Los muchachos aprendían sobre albañilería, tractorista, artesanías en cuero, plomería, carpintería, y para las chicas había corte y confección, peluquería y tejidos artesanales”, continuó Antoniw.
“Hoy el trabajo de capacitación pasa por las comunidades donde se hacen reuniones, encuentros y jornadas de capacitación, tanto con campesinos como con indígenas y se vinculan las charlas con distintas temáticas como dónde vendemos la producción y cómo agregarle valor a la producción que tenemos o la organización de ferias para su comercialización. En muchos lugares también se prepara cómo organizarse para defender la tierra, y también se sigue trabajando con los jóvenes en técnicos en manejo de aguas y enfermeros veterinarios”, dijo Antoniw.
Consultado sobré qué le dejaron los 30 años de trabajo en INCUPO, Antoniw destacó por sobre todo “el aprendizaje de la vida de la gente que sufre y que a pesar de todas las dificultades es optimista, capaz de juntase con otro y ver juntos qué pueden encarar”.