Testimonios del camino recorrido. Segunda Parte.
El 19 de noviembre de 2015 la Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF) cumplió 23 años. En una primera parte publicamos las entrevistas a Ulf Ola Karlin (socio fundador) y Beto Larrea (ex presidente de REDAF), a manera de un pequeño balance de todos estos años.
En esta segunda oportunidad, damos a conocer los testimonios de Pablo Chianetta (socio fundador y miembro de la Comisión Directiva) y Claudia Martínez (miembro de la Comisión Directiva).
REDAF: _ ¿Cuáles fueron los motivos por los que se juntaron hace 23 años para conformar REDAF? ¿Cuáles fueron las discusiones previas?
Pablo Chianetta: _ Soy de una institución que es APCD, y en este caso nosotros trabajábamos en articulación y coordinación con Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA). Así que la gente de ENDEPA me solicitó, como era técnico, si podía participar en esa reunión, allá en Cafayate. Así que fui sin mucho conocimiento; era el más jovencito de los que estábamos ahí, los demás eran gente más formada y con muchos años de trabajo. Así que para mí fue como un descubrimiento y un aportar sobre la mirada indígena, especialmente de los pueblos indígenas con los que trabajaba, en una visión más integral del Gran Chaco. En lo que serían las prácticas diversas para un Chaco mejor, para un Chaco más saludable, para un Chaco más sostenible. Así que realmente yo fui de la mano de los otros grandes que estuvieron iniciando la acción de REDAF, como fue Gastón Bordelois, Guillermo Stharinger, Ula Karlin, Manuel Juárez, y otros compañeros. Éramos 7 u 8 que nos juntamos a trabajar varios días para dar luz a esta posibilidad, ya que había viabilidad política para hacerlo, y también posibilidad de recursos de poder darle inicio a esta acción. Ahí estaba la gente también de Chris Van Dam, de la GTZ, gente de universidades, gente que tenía que ver con ONGs del Gran Chaco y gente que tenía que ver con organismos técnicos que trabajaban con proyectos en el Chaco. Así que se generó una pequeña gran cantidad de ideas como para dar inicio a lo que fue REDAF. Que empezó como una red no institucionalizada, y con el curso de los años se convirtió en una institución.
Claudia Martínez: _ Si bien Be.Pe. está en el grupo de organizaciones que participó en la fundación de REDAF, en el año 1992, en mi caso me sumo aproximadamente en el año 2008 o 2009 como delegada de Be.Pe. y en el marco de la Asamblea de REDAF. En ese momento lo más importante era esa búsqueda que se estaba dando por una nueva perspectiva del desarrollo rural. Duró varios años, y después termina plasmándose en un libro bastante interesante que se llama ‘Cambiando de Rumbo’. Si bien la REDAF no fue la promotora del libro, sí me parece que el conjunto de organizaciones que nos nucleábamos en la REDAF teníamos esa impronta, la de buscar nuevas pistas para la construcción de un desarrollo rural para la región chaqueña. Me parece que esa era la idea que tenía Be.Pe., la de integrar una red que luchara por el desarrollo de las comunidades campesinas que viven en la región chaqueña, pero que al mismo tiempo implicara un cuidado de la región como patrimonio, como bien común de todos los que la habitamos.
REDAF: _ ¿Cuáles fueron los ejes de esa primera etapa?
Pablo Chianetta: _ En ese momento se largó un documento REDAF, el primer documento fundacional, donde el tema de tierras, el tema de organización, el tema de tecnologías eran fundantes, y siempre ubicados en el contexto de las poblaciones indígenas, campesinas y pequeños productores en el área Gran Chaco. Los límites de acción que teníamos eran esos. Es decir, en el área Gran Chaco trabajábamos prioritariamente las instituciones, y los grupos que estaban ahí, con indígenas, pequeños productores y campesinos. Trabajamos sobre las líneas de fortalecimiento de la organización, el tema del fortalecimiento del acceso a derechos a la tierra y los territorios. Además en el tema de las tecnologías apropiadas, tecnologías adaptadas en tamaño de la población a la cual trabajábamos y el diseño de nuevas tecnologías. Se dio inicio, y en ese momento se largó un documento inicial. Y nace con fuerza Guillermo Stharinger, representante de INCUPO, que le puso mucho el hombro como para comenzar a operar como red. La otra cuestión importante era trabajar en red. La red trabaja a través de sus socios, y trabaja articulándose, y enredándose y tejiendo nuevos conocimientos. Nunca fue la aspiración de REDAF tener un gran equipo rentado, ni nada por el estilo, sino que el gran trabajo era de las instituciones y equipos y universidades que trabajaban en terreno. Que hasta hoy eso sigue siendo una premisa fundamental.
REDAF: _ ¿Qué es hoy la REDAF para ustedes?
Claudia Martínez: _ En Be.Pe. somos unos convencidos de que la vinculación y participación en red -los procesos de articulación y el trabajo colectivo- son prácticas esenciales de lucha. Son prácticas de modos de intervención, pero no sólo de intervención de mirar la realidad, de entender la realidad, de comprender la realidad. Porque no es lo mismo mirar o comprender la realidad desde la organización que mirarla desde un marco de articulación y de trabajo en red. Nosotros estamos convencidos de que, primero, la realidad necesita un proceso de transformación y de cambio hacia una sociedad más justa, y segundo, que esa sociedad más justa que queremos construir no hay otra forma que construirla en red. No hay salida que no signifique un trabajo colectivo, un trabajo en red, un trabajo articulado. La posibilidad de pensar en un marco colectivo, sea como sea. Así como cuando uno dice: “solito vos y tu mochila”, la sociedad no puede producir procesos de transformación y por eso, de alguna manera, optás por una participación sea en una agrupación político partidaria, sea en una organización social o en una ONG. Lo mismo es en tu organización, cuando va a plantearse un desafío de transformación no se puede hacer sin un marco de la red. Para mí la red es un espacio vital para un proceso de transformación.
Pablo Chianetta: _ En primer lugar, especialmente para las instituciones que tienen un tamaño más bien pequeño, trabajar en red te asoma a un mundo de relaciones y de posibilidades nuevas que amplifica tu accionar local de terreno. O sea, te da una perspectiva más amplia. No solamente te aporta en esa línea, sino creo que es una necesidad de las instituciones, y especialmente las pequeñas, no solamente sumirnos en nuestra pequeña visión local, muchas veces quedamos enredados en nuestra pequeña visión local, y nos cuesta encontrar visiones, o pensamientos, o líneas superadoras. Por lo tanto, el trabajo en red te da posibilidades de explorar, experimentar y conectarte con otros que tienen otras visiones, porque seguramente el cambio no los vamos a hacer solos desde nuestra localía sino que lo tenemos que hacer en conjunto y con la sumatoria y diversidad de visiones y de versiones de ver la vida. Para nosotros es fundamental, porque el Chaco es un ambiente diverso y tiene diversas gentes y diversas culturas…étnicamente es diverso. Y por lo tanto, para imaginarnos un mejor vivir para el Chaco, por la gente del Chaco, tenemos que tener, sin lugar a dudas, una visión desde lo diverso y desde esta visión que te estoy contando. Por lo tanto una red -para nosotros en APCD, que tenemos una sola oficina y estamos en Las Lomitas- nos aporta esta cuestión de otras miradas. Amplifica la nuestra, incorpora nuevas, y genera nuevos conocimientos y nuevas miradas. Para nosotros, todos esos pasos son yuxtapuestos, se van sumando, y son fundantes para el aporte que pueda hacer APCD en esto de la red. Particularmente desde APCD sabemos que se nos solicita, se nos mira, para que podamos incorporar la visión de los pueblos con los cuales trabajamos nosotros. No solamente por nuestra voz -que tenemos voz propia- y la de los pueblos indígenas que trabajamos -que tienen voz propia-, sino poder ir sumando, y también ellos, contacto con otros actores del gran Chaco. Actores políticos, actores técnicos, actores protagónicos, y actores que quieren un mejor vivir para nuestro Chaco.
REDAF: _ ¿Qué logros pueden identificar como alcanzados por la REDAF?
Pablo Chianetta: _ Hoy REDAF tiene una multiplicidad de líneas de trabajo, de miradas, de acciones. Hoy es un actor que tiene una visibilidad propia en el Chaco. Y tiene aporte desde lo técnico, desde lo organizativo y desde el territorio, que eran los orígenes para los cuales en sus inicios nos juntamos. Así que creo que estos 23 años de REDAF nos mantiene vivos, nos mantiene enredados. El espíritu de red no se pierde, que es una de las grandes batallas que debemos darnos para que los principios protagónicos de cada uno no estén por encima del protagonismo de la red. Creo que ahora tiene mucho más anclaje en territorio, tiene mucho más visibilidad en territorio y hacia fuera del territorio. Y además la REDAF se constituyó para dar visibilidad a un área de nuestro país que es el área Gran Chaco y que está poco visibilizada, algunas veces mal visibilizada y muchas veces como una zona que se pueden explotar en función de la prioridad sobre otras zonas. Creo que de alguna manera está haciendo su aporte, su granito de arena, para la vida del Gran Chaco.
Claudia Martínez: _ Me parece que la REDAF tiene un estatus muy reconocido en la sociedad, lo tiene bien ganado. La red dejó y tiene una impronta sobre una mirada del desarrollo rural porque también la tienen las organizaciones que la integran. Las organizaciones que integran la REDAF marcaron un momento, una mirada sobre el desarrollo que fue muy importante. Me parece que la red tiene una potencialidad en la producción del conocimiento que hace que no haya muchas redes de este tipo en el marco de la Argentina. La vida que desarrolla la red se da en una región de enorme importancia no solamente para América Latina sino también para el mundo, como es la región del Chaco Argentino, una región sumamente importante. Y que todas las estrategias que se planteen son estrategias que trascienden el marco de lo nacional porque están integradas a una región que es latinoamericana, y el pulmón del mundo. Y en eso creo que hay un reconocimiento que se va logrando. Creo que fue una red temática, que fue pionera; ahora hay otras redes de ese tipo, pero la REDAF fue la primera. Creo que tiene una modalidad de funcionamiento que hace mucho esfuerzo sobre diferenciar ‘cuando somos red’ y ‘cuando somos organización’; que siempre esa bisagra en la articulación entre la red y la organización es dificultosa. Creo que la red la va resolviendo bastante bien. A pesar de que tiene muchas cosas que aprender todavía, y tiene muchos desafíos, creo que tiene muchos logros. El afecto que se construye adentro de la red con los compañeros es importante; gente muy importante con muchísima experiencia, y hay otros que ya no están dentro de la red que siguen ‘enredados’ y sintiendo que pertenecen a la misma. Creo que tiene un montón de logros…es un hormiguero muy interesante (risas).
REDAF: _ ¿Cuales son los desafíos como red? ¿Qué cosas faltan todavía concretarse?
Pablo Chianetta: _ La necesidad de que la particularidad del socio sea protagónica, pero que se articule permanentemente con la necesidad y con el protagonismo de la red. El protagonismo de la red es a través de sus socios, y la amplificación de las cuestiones se hacen en la localía ‘enredada’ a una mirada más global. Creo que ese es un desafío permanente. Por supuesto que hoy tenemos que seguir preguntándonos…hoy estamos abriendo nuevos frentes como los derechos en el Gran Chaco, el acceso a la justicia por parte de sus poblaciones. Sigue estando como una cosa muy fuerte la cuestión de las propuestas productivas, modelos de desarrollo, propuestas tecnológicas. Hagamos un gran tema ahí sobre al que a REDAF le solicitan. Y también, lo que no teníamos muy pensado era que sea un referente en los ambientes académicos, técnicos, científicos. Hoy la REDAF es un referente, es consultada, es mirada…y por lo tanto sus opiniones pesan. Así que hay que tener cuidado para que el peso de su opinión no reemplace sino que sume al peso de la opinión de los pobladores y los actores locales.
Claudia Martínez: _ Uno de los de los desafíos tiene que ver con uno de sus objetivos: de aportarle –y aportarnos, porque nosotros también somos factores- al sujeto de nuestra intervención…al movimiento campesino. Aportarles y acompañarlos en la producción de conocimientos y propuestas en relación a otras nuevas formas de desarrollo. Hay que profundizar y trabajar eso. Otro gran desafío es eso que venimos trabajando desde el Chaco hace dos o tres años, con el nuevo proyecto que tiene que ver con la cuestión del ambiente y lo que nosotros llamamos ‘los bienes comunes’, y una alternativa a la crisis civilizatoria que estamos viviendo. Esta crisis del modo de vida y de cuidados de los bienes comunes y de todo lo que es el ‘cambio climático’, que me parece es uno de los grandes desafíos. Aportar en la construcción de un nuevo modelo de otros desarrollos para la región que sean muy cuidadosos del uso de los recursos naturales o bienes comunes, que tienen que ser bienes comunes para todos. Y de alguna manera aportar también a la reconstrucción, porque con esta crisis ya no sólo basta con conservar lo que tenemos sino que hay que comenzar a reparar lo que se ha destruido. Me parece que la red tiene una responsabilidad muy grande sobre eso. Tiene cabeza, tiene conocimiento, tiene personas muy valiosas adentro, tiene organización, tiene inserción territorial, que tiene muchas potencialidades para llevarlo adelante.
Además, me gustaría recuperar un desafío que tienen todas las redes, quizás, y es que el ‘vivir la red’ es un desafío diario. Y creo que eso sí que también es un desafío para la REDAF. Hemos aprendido mucho sobre cómo vivir la red, como sentir la red, como expresarnos en la red, como participar en la red. Pero indudablemente todavía -en estos tiempos de crisis, de profundas transformaciones y de profundos desafíos, y de esos desafíos enormes de construir nuevos modelos de vida- el ‘vivir y sentir la red’ requiere de un proceso de renovación bien importante…nos desafía y nos confronta como para seguir adelante. Me refiero a la cuestión de la ‘subjetividad’, como sensibilidad, como percepción, como emoción de cada uno de nosotros. Estar en una red implica procesos organizativos, implica procesos políticos, administrativos, procesos de resolución de recursos; pero también implica profundos procesos que tienen que ver con la subjetividad, con la sensibilidad, con la emoción, con el corazón, con esas cosas que le ponemos y que a veces no están como muy desarrolladas en los procesos de red. Quizás, esos procesos son los que nos cuestan trabajar. Esta etapa de cambios muy fuertes requiere que quizás le prestemos más atención a esos procesos, que los pongamos al lado de los otros procesos. La REDAF es una red muy ordenada administrativamente, es una red organizada, con producción de conocimientos, con producción bibliográfica, con informes, visibilizada. Pero también tiene que poner esta cuestión de la construcción de nuevas subjetividades a la altura de los otros desafíos. Me parece que eso es importante. Eso cuesta mucho a las redes, es algo bastante interesante para trabajar.