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“Desierto Verde”: El problema de los agrotóxicos llega al cine

ulises de la ordenUlises de la Orden, director de Río arriba (2005) y Tierra Adentro (2011), marcó un hito dentro del circuito alternativo porteño al mantener su ópera prima durante 18 meses en cartel y convocar a más de 50 mil espectadores. Su nueva película Desierto verde (2013) se centra en la contaminación por agrotóxicos. “Hay una enorme negación porque nadie quiere ver que la gallina de los huevos de oro es tóxica”.

Fuente: La Nación

El debut cinematográfico de Ulises de la Orden marcó un hito dentro del circuito alternativo porteño. Estrenada en el Malba en 2006, Río arriba estuvo dieciocho meses en cartel y vendió en ese período 50 mil entradas. La película también funcionó muy bien en España, donde se mantuvo seis meses en el Pequeño Cine Estudio, ubicado en la madrileña glorieta de Quevedo.

Con su segundo trabajo en la dirección, Tierra adentro (2011), De la Orden convocó a 20 mil personas, entre el Malba y algunas otras salas de cine en las que el documental fue lanzado en simultáneo. Ahora la apuesta es aún más importante: Desierto verde , que abandona la problemática de los pueblos originarios -eje temático de sus dos predecesoras- fue estrenada la semana pasada en las salas del complejo Village de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Y este fin de semana desembarca en el Malba, la plataforma de lanzamiento más habitual para este realizador de 43 años que sostiene que la fórmula del éxito es “el trabajo a conciencia en los días previos al estreno, una etapa que muchos cineastas descuidan porque terminan el rodaje y la posproducción agotados y se relajan”. Coproducida por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Desierto verde pone el foco en el problema de los agrotóxicos, que obviamente no es exclusivo de los argentinos. “Quería correrme un poco del tema de los pueblos originarios, que ya había tratado en las otras dos películas -explica-. Me interesaba investigar algo nuevo, siempre con una mirada social. La otra gran diferencia con los trabajos anteriores es que esta vez se trata de un documental puro, sin ningún coqueteo con la ficción”.

-¿Cómo te interesaste en el tema?

-Cuando estaba terminando Tierra adentro , empecé a escuchar mucho sobre el lado oscuro del fenómeno de la soja. Un historiador de Pergamino que es muy amigo tiene un nieto que nació con una malformación importante, y lo que aparentemente pasó es que la madre se intoxicó con un agroquímico. Al principio me parecía algo de ciencia ficción, pero a medida que me fui metiendo más en el tema me di cuenta de que estos problemas existen, son graves y merecen atención urgente.

-Los grandes productores de soja dicen que los ambientalistas exageran. ¿Qué conclusiones sacaste vos?

-Parte de la estrategia de las corporaciones es tratar de detener la epidemiología, ya que saben muy bien que la medicina se mueve por estadísticas. Lo cierto es que en diferentes partes del país hubo en los últimos años unos cuantos abortos espontáneos y casos de leucemia y cáncer. Hay un trabajo del doctor Andrés Carrasco, de la Facultad de Medicina de la UBA, que es muy preciso en cuanto a la toxicidad del glifosato. Y en el resto del mundo hay muchos estudios de este tipo sobre células de animales vivos. Está comprobado que el glifosato es veneno, pero habiendo un negocio multimillonario de por medio, es entendible que éste sea un tema delicado y discutido.

-¿Hay manera de reemplazar los ingresos que produce la soja?

-No es mi tema, pero este modelo, dicen los que más saben, genera despoblamiento de los campos, pérdida de fertilidad de los suelos, desmonte, contaminación del agua? Y eso redunda en pobreza, que luego es paliada con planes sociales. Si uno contabiliza los problemas que genera este modelo de producción y tiene en cuenta que los beneficios son para un grupo reducido, es fácil concluir que no es muy conveniente. Hay propuestas muy concretas sobre cómo producir alimentos sin contaminar. Lo que no aparecen son propuestas políticas que pretendan modificar este modelo productivo. Por eso es necesario generar conciencia y discusión en torno al tema. Tiene que intervenir el Estado. O, mejor dicho, deben intervenir distintos estados, porque la soja que se produce en la Argentina se mercadea en Chicago y se la comen los chanchos en China.

Desierto verde
Documental de Ulises de la Orden.
Viernes, a las 20 y sábados, a las 18.
Malba, Figueroa Alcorta 3415. Entrada: 30 pesos.

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