Con motivo de la 21° Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático en la ciudad de París, REDAF se propone acercar algunas informaciones y reflexiones con la intención de sumar elementos al debate sobre una temática crucial para nuestro futuro como habitantes de este planeta. La nota se divide en dos partes: la primera está enfocada en indagar sobre el fenómeno del cambio climático y sus consecuencias a nivel global; la segunda parte hace anclaje en las discusiones vigentes y silenciadas sobre el cambio climático en Latinoamérica, y finalmente sobre algunas consecuencias del calentamiento global en nuestra región chaqueña.
PRIMERA PARTE
REFLEXIONES SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Se ha publicado muchísimo material sobre el calentamiento global o cambio climático. En estos días se ha incrementado la cantidad de información debido a la cumbre sobre cambio climático desarrollada en París, espacio denominado ‘COP 21’. Ese nombre es una forma abreviada del inglés para nombrar a la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Desde que se realizó la primera cumbre, en el año 1992, hasta la fecha, son 21 encuentros que se realizaron con el objetivo de comprometer a Estados nacionales, Empresas, Instituciones, Organizaciones de la Sociedad Civil y ciudadanía en general con el fin de tomar medidas concretas para reducir los Gases de Efecto Invernadero que alteran los ciclos del clima a nivel mundial desde hace ya muchas décadas.
La institución con mayor reconocimiento en el mundo sobre este flagelo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su nombre en inglés), lo resumió de esta manera en su informe del año 2014: “El calentamiento en el sistema climático es inequívoco y, desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en los últimos decenios y milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado”. Además, el informe agrega que “el rápido proceso de cambio climático que hoy presenciamos no tiene causa natural” y afirma que “su origen está en la actividad humana, con una certidumbre científica de 97%”. (1)
El IPCC habla de un aumento global de la temperatura media superficial del aire entre 1,4 °C y 2,6 °C para el periodo 2046-2065, y un cambio entre 2,6 °C y 4,8 °C para el periodo 2081-2100 (estos cambios se miden en relación con el período 1986-2005). Y concluye que, “en los peores escenarios, una persona que nazca en 2015 podría llegar a vivir en un mundo con un aumento de temperatura mayor a 2 °C antes de cumplir cuarenta años de edad, o mayor a 4 °C antes de cumplir setenta años”. (1)
¿Cuales serían las consecuencias a futuro?
Con estimaciones a mediano plazo hechas por la Organización Mundial de la Salud, de 2030 a 2050 el calentamiento global causará 400.000 muertes al año “debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico”. Y el Foro Humanitario Global estima que para el año 2030 unas 600 millones de personas serán “afectadas gravemente y de forma directa por el calentamiento global en los lugares más diversos del planeta” (1). Pero lo cierto es que toda la humanidad “será impactada en mayor o menor medida por este flagelo ya sea por los fenómenos climáticos que se vuelven cada vez más intensos, frecuentes e impredecibles, o por la escasez de agua o de comida, o por el aumento de enfermedades como la malaria”. (1)
Dependerá de cuanto crezcan las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Con el ritmo actual que la humanidad genera de GEI, para finales de este siglo la temperatura podría llegar a los 5 ºC de aumento, en relación con la época preindustrial (antes del año 1750). Si hay un acuerdo mundial, y medidas efectivas de reducción de GEI, podría aumentar hasta 1,5 o 2 °C en relación con dicha época. Los científicos consideran que este límite de 2 ºC no debería pasarse ya que “los impactos podrían ser de altísima gravedad y nos podría costar nuestra supervivencia como especie en el planeta Tierra”. (1)
Estimación del cambio en la temperatura media de Argentina ante diferentes escenarios de emisión de GEI:
Fuente: Mario N. Nuñez (Miembro del Equipo Consultor del Informe para la Tercera Comunicación Nacional de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático)
¿Qué son los Gases de Efecto Invernadero (GEI)?
Los GEI son gases que provocan un efecto invernadero; es decir, retienen el calor en la superficie del planeta. Existen varios gases de efecto invernadero que tienen la capacidad de retener el calor solar que devuelve la Tierra. Uno de los principales es el vapor de agua, sin embargo, la mayor parte del vapor de agua no lo producimos los humanos ni lo podemos controlar directamente: cuando la temperatura sube, la evaporación y, en consecuencia, la concentración de vapor de agua aumentan automáticamente. Por eso, en las estrategias para enfrentar el cambio climático no está contemplado. Después del vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) es el mayor causante del efecto invernadero producto de la acción humana. El CO2 explica aproximadamente el 25% del efecto invernadero. (1)
¿Qué prácticas humanas provocan los GEI?
Las concentraciones de CO2, metano y óxido nitroso han aumentado considerablemente desde mediados del siglo XVIII como consecuencia de la acción humana (origen antropogénico). (1)
El CO2 es el gas de efecto invernadero de origen antropogénico que más ha contribuido al calentamiento global. Si bien el CO2 es un GEI de menor potencia que el metano y el óxido nitroso, su abundancia relativa en la atmósfera y su incremento exponencial en los últimos cincuenta años explican por qué es el principal responsable del incremento de la temperatura. El consumo de los combustibles fósiles, como el petróleo, carbón y gas, generan dióxido de carbono (CO2). La deforestación de los bosques también genera CO2. Esto se da porque cuando se talan los árboles -y se los deja descomponerse- o cuando se queman árboles y plantas liberan el carbono que hasta ese momento contenían. (1)
Las emisiones de metano se producen, principalmente, como consecuencia de diversas actividades agropecuarias, como el cultivo del arroz (procesos de descomposición orgánica en las aguas de inundación) y la cría de ganado (la emisión producida por el proceso digestivo y las heces).
Las emisiones de óxido nitroso se derivan, por lo general, del uso de agroquímicos en la agricultura. (1)
SEGUNDA PARTE
LA ENCRUCIJADA DE AMÉRICA LATINA Y LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL GRAN CHACO ARGENTINO
En nuestros países latinoamericanos, para los gobiernos el eje del cambio climático está puesto en los sectores ‘energía’ e ‘industria’, y todos sus esfuerzos se traducen en tratar de reducir las emisiones GEI y buscar planes de adaptación al escenario ya presente en nuestra realidad cotidiana, el de las consecuencias del calentamiento a nivel planetario. Reclaman a los países centrales que faciliten tanto recursos como tecnologías en ese sentido. Pero hasta ahora tuvieron muy poco éxito en tomar medidas contundentes que reduzcan las emisiones. ¿Por qué? Es un hecho que, en América Latina, lo que más está contribuyendo al aceleramiento del cambio climático son las actividades generadas por la ‘agricultura’ y la ‘ganadería’. (2)
Por ejemplo, en Argentina prácticamente la mitad de los Gases de Efecto Invernadero lo generan las actividades rurales referidas a agricultura, ganadería y el cambio en el uso del suelo.
Y a pesar de ello, a nivel de organización estatal es común en toda la región latinoamericana que los ministerios o secretarías de medio ambiente no se vinculen con los ministerios de agricultura y ganadería, a pesar que tanto la agricultura como la ganadería jueguen un rol importantísimo, tanto en el agravamiento del cambio climático como en la protección de la biodiversidad. Son muy escasas las políticas públicas orientadas en ese sentido. Por lo general, las preocupaciones tienen que ver con cuestiones de manejo de recursos hídricos (planes que enfrenten las sequías o inundaciones), o las estrategias que reduzcan el impacto y la vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos. (2)
Por ello, hacemos propia una reflexión de Gudynas y Ghione: “En esta situación llama la atención que no se aborden decididamente los estilos de aprovechamiento agropecuario y forestal. Un tratamiento serio del cambio climático rápidamente debe desembocar en repensar cuestiones como la marcha actual de la agricultura y ganadería, la tenencia de la tierra o el papel de los monocultivos a gran escala destinados a las exportaciones. En otras palabras, es necesario analizar el desarrollo rural. Pero es evidente que esta ausencia se debe a las restricciones y tensiones que generan esas cuestiones, dado el enorme peso económico y político de esos sectores.” (2)
¿Qué podemos esperar en la región del Gran Chaco Argentino en las próximas tres décadas?
Vale recordar de qué territorio hablamos cuando mencionamos al Gran Chaco Argentino o simplemente a la región chaqueña. Se trata de 675.000 km2 que abarcan la totalidad de las provincias del Chaco, Formosa y Santiago del Estero, y parcialmente las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Córdoba, San Luis, Santa Fe y Corrientes.
La región en la última década viene sufriendo copiosas lluvias, inundaciones permanentes, o intensos períodos de sequías. Y en un escenario sin mitigación de GEI a nivel mundial se pueden hacer proyecciones sobre algunas consecuencias del cambio climático a nivel de nuestra región chaqueña.
Mediante un modelo específico se pueden calcular escenarios a futuro, desde 2011 hasta la década de 2040, tomando como comparación, o punto de partida, datos similares observados y registrados desde 1961 hasta 1990. (3)
Las conclusiones a la que llega este estudio son varias:
_ Hay una alta probabilidad de que las temperaturas medias van a ir incrementándose década a década en toda nuestra región chaqueña. De acuerdo a las proyecciones de la temperatura media hasta el 2040 en todo el Gran Chaco, se observa una tendencia positiva y con un marcado incremento hacia el 2020. El incremento estimado promedio de la temperatura es de cerca de 1,2 ºC, en relación con el periodo 1961-1990. (3)
_ En cuanto a las lluvias, el escenario que se proyecta indica que si bien se podría esperar un incremento en el promedio de lluvias a lo largo de las próximas décadas, no se espera un aumento significativo. Lo que sí se proyecta es el incremento de las precipitaciones extremas respecto de su valor medio. También se espera que disminuyan las precipitaciones en primavera-verano y aumenten significativamente en invierno. (3)
_ En lo referente a los eventos extremos (el IPCC define como ‘evento extremo’, aquel evento que es raro en un lugar y en un instante en un año), recordemos que en la región la ocurrencia de desastres relacionados al clima se viene incrementando desde la década del noventa (inundaciones, sequías, elevaciones extremas de temperatura, granizadas, etc.). Para el período 2011-2040 se observa que hay una tendencia marcada a que van a producirse en mayor cantidad dichos fenómenos. Sobre todo en relación a las temperaturas extremas, donde para cada década el número se va incrementando. Lo más notorio de las proyecciones es que existe un marcado incremento de años con noches calientes, lo que indica un marcado aumento de las temperaturas mínimas para el periodo 2011-2040. (3)
Finalmente, podemos expresar que todo lo que se expuso más arriba es lo que está en juego en la 21º cumbre sobre Cambio Climático en Paris. Pero también podemos reconocer la necesidad de hacernos cargo de la responsabilidad que nos toca como habitantes de nuestra región chaqueña, y ver cómo repensamos la producción rural hacia un horizonte que garantice la mitigación de los GEI y la biodiversidad.
Referencias:
(1) “Cambio climático: lo que está en juego”
Autores: Manuel Rodríguez Becerra, Henry Mance, Ximena Barrera Rey y Carolina García Arbeláez.
(2) Artículo de la revista LEISA, Diciembre 2010 http://www.agriculturesnetwork.org/magazines/latin-america/interactuar-para-aprender-aprender-para-innovar/agricultura-y-ganaderia-biodiversidad-cambio/at_download/article_pdf
Autores: Eduardo Gudynas y Soledad Ghione.
(3) “Estudio de Vulnerabilidad e Impacto del Cambio Climático en el Gran Chaco Americano”
Universidad Nacional de Formosa (Argentina), Universidad de la Cordillera -Fundación la Cordillera (Bolivia), Desarrollo, Participación y Ciudadanía (Paraguay) Informe avance Junio 2013.
Cambios climaticos, es termino que todavía no es comprendido por los Paraguayos, no existe conciencia de que su acción genera una reacción en su habitad, y que todavía no se presentó todavía una oportunidad de vida en otro planeta, que solo tenemos la tierra y la debemos cuidar.