El parque temático está ubicado en la zona rural de Malabrigo, noreste santafesino. Son tres hectáreas de bosque nativo bien conservadas que desde hace una década vienen visitando alumnos de escuelas primarias de la zona, como parte de un proyecto pedagógico. El parque cuenta con 20 postas. En cada una de ellas hay estudiantes de nivel medio que explican a los visitantes las diferentes características del bosque chaqueño y sus servicios sociales y ambientales.
Para hacer vivir una experiencia única a chicas y chicos de 12 y 13 años de edad bastan dos horas de recorrido por distintas postas ubicadas en un bosque nativo de tan sólo tres hectáreas. Se trata del Parque Temático ‘Bosque Chaqueño Sustentable’, un espacio cedido por un particular y a sólo cinco kilómetros de la ciudad santafesina de Malabrigo. El parque abre sus puertas una vez al año, siempre en el mes de octubre. Este viernes 6 se realizó su décima edición. En una provincia que en los últimos cien años terminó con la mayoría de sus bosques nativos, este lugar sirve muchas veces como el primer contacto de los jóvenes con la flora originaria de su región. Para ayudar en esta experiencia, alumnos de 5to año de la Escuela de Educación Técnica Nº 2057 ‘San José de Calasanz’ trabajan todo el año en un proyecto pedagógico denominado ‘Hacer para Valorar’. El mismo incluye en una de sus etapas la organización de una jornada en el parque temático. Todos los años, estudiantes que cursan la modalidad de Ciencias Naturales se distribuyen en las 20 postas que están habilitadas en el predio y reciben a cientos de alumnos de séptimo grado de escuelas de la zona. Les muestran características del bosque chaqueño y algunos de los servicios sociales y ambientales que ofrece. A lo largo del recorrido podemos encontrar algunas postas como: características y funciones de árboles nativos, el sotobosque, plantas medicinales, el bosque como formador del suelo, tecnología aplicada a la madera del bosque chaqueño, medición de tallos y altura de árboles, funciones de los humedales, avistamiento de aves, campamento al aire libre y relatos de leyendas populares del Gran Chaco argentino, entre otros tópicos.
Emilia, una de las estudiantes a cargo de la recepción de los alumnos de nivel inicial, introduce la jornada: “El bosque chaqueño tiene una enorme biodiversidad que está en constante equilibrio. Todos los seres vivos dependen de otros seres vivos. Es importantísimo que conozcamos así podemos valorar estos lugares. Por eso el nombre del proyecto: ‘Hacer para Valorar’. Es un proyecto pedagógico, que a su vez es interdisciplinario. ¿Que significa? Que ocupa muchísimas materias, no solamente las de ciencias naturales, sino también matemática, lengua, literatura”.
Uno de los fundadores de este espacio, el Ing. Abel Menapace, refleja cómo el alumno puede acercarse hasta el mismo ‘objeto de estudio’, que hasta ese momento conocía de manera teórica en el aula: “Acá vemos al quebracho, las plantas tintóreas y las medicinales, cómo se acampa en un lugar…en fin, 20 temas distintos, uno por cada posta. Los chicos pueden ver que está prohibido traer papeles acá…tienen que percibir con los cinco sentidos”.
El ingeniero rescata varias instituciones, entre ellas Fundapaz e Incupo, por sus aportes al conocimiento del bosque nativo. “Nosotros de Incupo tenemos dos o tres postas muy interesantes, como ‘El bosque me da de comer’, también las tintóreas y las plantas medicinales”, ejemplifica. Los dos temas ‘transversales’ en todo el recorrido son: la ‘sustentabilidad’ y la ‘biodiversidad’. “El objetivo es que los chicos vayan reconociéndose chaqueños por pertenecer al Gran Chaco Sudamericano; y que con orgullo digan: ‘somos del Chaco Santafesino’, que reconozcan sus recursos naturales y que los valoren”, agrega Menapace.
Este parque temático es producto de la preocupación permanente del ingeniero y otros docentes para que los alumnos puedan ‘encontrar el objeto de estudio’ de manera ‘directa’. “La idea surge a partir de un campamento de avistamiento de aves que hicimos con los chicos de quinto año, junto a los técnicos del Museo Florentino Ameghino de Santa Fe. A los chicos les interesaba todo, no solamente las aves sino también las plantas, el suelo. Entonces dijimos: ‘¿Por qué no armamos algo para que los chicos reconozcan?’. Porque nosotros decíamos: ‘somos chaqueños’, pero no conocían el quebracho colorado. Cuando le mostrábamos el quebracho colorado se admiraban y preguntaban: ‘¿Y cómo? ¿La Forestal no se los había llevado a todos?’. Entonces surgió esta idea y encontramos este predio que está muy bien conservado”, rememora.
Conocer para Valorar
Andreína Bressán, profesora de biología y una de las docentes que acompañan el proyecto llevado adelante por los estudiantes de nivel medio, expresaba: “Creemos que es importante que todos los chicos conozcan los recursos y los servicios que el bosque puede brindar, y una vez que los conocen lo pueden luego valorar. Nosotros sabemos todo lo que los bosques nos pueden dar. Hablamos de los tipos de bosques, de los estratos, de la formación del suelo, del bosque como sumidero de dióxido de carbono, del uso que le podemos dar a las maderas, del avistamiento de aves, hablamos de plantas como las epífitas y la función que cumplen en el bosque, de la importancia de preservar a los humedales como otro estrato más de un bosque. La verdad es que es una experiencia única”.
El proyecto ‘Conocer para Valorar’ tiene tres etapas que se van desarrollando a lo largo de un año académico: “En un primer momento se trabaja con cartillas, visitamos las escuelas y celebramos el día mundial del ambiente”, explica la docente. Esto incluye exposición de trabajos, una caminata simbólica a la plaza central de la ciudad y elaboración de petitorios para autoridades y propuestas para trabajar en cada escuela u hogar con el fin de contribuir a ‘un ambiente más sano’. La segunda etapa es la organización del Parque Temático ‘Bosque Chaqueño Sustentable’, e incluye la invitación a los alumnos de séptimo grado de las escuelas de la zona. La tercera etapa del proyecto transcurre en el mes de noviembre y consiste en un campamento para realizar avistamiento de aves. “Vamos con los chicos de quinto año a algún lugar lo más natural posible que tengamos acá en la zona, que por suerte hay muchos”, agrega al respecto la profesora Bressán, quien termina valorando la experiencia como “un momento increíble para seguir fomentando el cuidado de todo lo que la naturaleza tiene para darnos”.
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