El gerente general del Instituto de Colonización, Esteban Branco Capitanich, envió una carta de lectores en la cual responde en durísimos términos declaraciones de las legisladoras Avila y Terada.
Fuente: Chaco Día por Día
A continuación, reproducimos textualmente la nota enviada por el funcionario provincial sobre la denuncia de las legisladores por la supuesta continuidad de los desmontes pese a la sanción de la ley de Bosques.
“Las declaraciones de las diputadas Avila y Terada son una muestra de que cuando se pierde la propia dignidad se cae en lo peor de la política: mentir, falsear, confundir, entregarse a esa especie de lujuria por lo mediático y faltarle el respeto a la sociedad.
En la desesperación frente a la inevitable derrota en las elecciones del domingo las señoras, a falta total de historia para mostrar y programa para debatir, tratan de poner en dudas la transparencia del gobierno provincial atacando la gestión del Instituto de Colonización.
Ambas exponen una enorme deshonestidad intelectual y una mayor deslealtad con la verdad. Las señoras se prestan como instrumentos de intereses exactamente contrarios a los que pregonan. Y no debiera llamar la atención. Una es parte del que fue el gobierno más nefasto y corrupto de la historia del Chaco. La otra fue durísima crítica de ese gobierno recorriendo la provincia blandiendo el contrato moral en contra del mismo. Hoy por una banca entregó el contrato moral y los principios éticos y se ufana de formar parte de lo que denostó por una década.
Todos los sectores afectados por las investigaciones en curso, como por la firme determinación de encausar en manejo de la tierra pública en los carriles legales y constitucionales, están ya convencidos que tal determinación, pasado un año y medio de gestión no tiene retroceso. En consecuencia para ellos, ésta conducción es un escollo insalvable. Entonces, sin colores políticos, tratan de sumarse a una campaña para lograr que el organismo regrese a los atajos que permitían el enriquecimiento de unos pocos en perjuicio del patrimonio de los chaqueños. Las diputadas Terada y Avila no hacen más que sumarse a esa campaña. Así construyen su patrimonio moral y rifan su exigua credibilidad.
Quienes hoy estamos al frente del Instituto de Colonización observamos que especialmente en las zonas donde mas hondo caló la corrupción del rozismo en el negocio ilegal de la tierra pública, como Juan José Castelli, Fuerte Esperanza, Pampa del Infierno y Taco Pozo, el ataque a quienes hoy conducimos el organismo es de una llamativa virulencia. Y este ataque, está a la vista, no reconoce colores políticos. Como no reconoció colores políticos el fenomenal negociado que se produjo en doce años de corrupción de la alianza en el Instituto de Colonización dado que con la venta ilegal de tierras públicas no solo se ha beneficiado el rozismo. También tuvieron lo suyo personajes ajenos en lo partidario pero cercamos en los negocios, y son los que hoy, mas preocupados por las investigaciones en curso que por los productores y las tierras, tratan de desacreditar nuestra gestión con declaraciones falaces e irresponsables.
Algunos de ellos acuden a los actos de entrega de títulos, porque no quieren perderse la foto, pero parece que no escuchan cuando el gobernador, en esas ocasiones, resalta los logros de esta gestión del organismo. En realidad las críticas de los que se hacen los sordos tienen un doble objetivo; evitar la continuidad de la revisión que los pudiera exponer, como el sueño de poder poner sus manos en el organismo para hacerse de las palancas que les permitan ya no tangencialmente sino en forma directa el manejo de la tierra pública como un nicho de negocios personales. Y operan arteramente en ese sentido. Pues, no conseguirán que ocultemos absolutamente nada de lo que pudiera surgir de las investigaciones. Por el contrario, pondremos mayor diligencia en la revisión cuanto más arrecia el ataque, porque ese inocultable interés por separarnos, nos genera mayores convicciones.
Debieran ya saber que nuestro compromiso con preservar la tierra pública solo para los legítimos destinatarios no lo quebrara ni la más salvaje ni mercantilizada de las hordas. Ningún intento como los que se han lanzado, desde adentro, por parte de un sector minoritario del personal, indolente, ocioso y confesadamente cómplice, o desde afuera por los distintos intereses ya expuestos, mellará nuestras convicciones y nuestra conducta.
Nos debemos al compromiso moral que aquí nos trajo.
Nos debemos al personal que trabaja, y merece que haya esclarecimiento para no ser confundido con los que han entregado su dignidad.
Nos debemos a los esforzados pequeños productores abandonados por años, para los que hemos trabajado más de mil títulos con un promedio de cuarenta y ocho hectáreas.
Y redoblamos nuestro compromiso frente al extraordinario apoyo de un gobernador que nos impulsa a seguir, y que con su impresionante empuje, despliegue y ejemplo de trabajo nos obliga a poner todas nuestras fuerzas en el logro de los objetivos trazados.
A todos los que tengan críticas constructivas que hacernos, les decimos que las puertas del Instituto de Colonización están abiertas. Serán bienvenidos y mejor considerados. Pero también debemos decir para que nadie se sorprenda, especialmente los que respondiendo a temores por su pasado o intereses inconfesables para el futuro, y que pretenden con la mentira, la maquinación, la difamación, la traición y el fraude horadar nuestra gestión, que la lucha es parte de nuestra vida y de nuestra historia; que estamos donde estamos por un compromiso político y moral; que no hemos venido a lucrar en la función pública, que no somos vividores de la política; que no tenemos absolutamente nada para esconder; que desconocemos la hipocresía y el cinismo; por lo tanto estamos dispuestos a librar todas las batallas, pública y abiertamente. No seremos espectadores pasivos de las miserables acciones e intenciones de nadie”.
La carta lleva la firma de Esteban Branco Capitanich, DNI. 7.922.074, domiciliado en avenida Hernandarias 594 de Resistencia.