Quienes formamos la REDAF hoy despedimos a Beto Larrea, quien fuera nuestro presidente, tesorero, pero fundamentalmente faro y constructor de esperanza en nuestro andar.
Nos surgen recuerdos, sonrisas, palabras: luchador, amigo, maestro, compañero.
Sabemos que nos va a hacer falta. La palabra clara, los sueños de justicia, la conciencia y claridad en su construcción, el ánimo y aliento en el aporte de cada uno y cada una en lo colectivo, su amor por la Región Chaqueña.
La pasión para todo y en cada paso de su vida. La convicción de su lucha lo hizo aportar sus reflexiones y su visión para la red, que hoy son nuestro norte.
En palabras del Beto: “Esa es la visión por la que nosotros también trabajamos: agricultura para la vida, agricultura con agricultores, tierra para el buen vivir… en la medida en que más sectores se sumen a esta idea, y deje de ser sólo una demanda exclusiva de los campesinos e indígenas, podremos ir avanzando en soluciones.
Nuestra pelea es contra las visiones de desarrollo únicas, que excluyen a la gran mayoría de la población. Lamentablemente todavía no se ha podido instalar la cuestión agraria como algo que involucra a toda la sociedad y no sólo a las poblaciones rurales.
El problema es que aunque haya buenas intenciones de parte de algunas autoridades, el paradigma del desarrollo extractivista sigue pesando, sobre todo en algunas provincias. Se continúa favoreciendo el beneficio económico a corto plazo sin considerar la sustentabilidad sociocultural y política.”
Educador popular, un maestro de vocación, su pizarrón era la región chaqueña y su tiza el pensamiento hecho palabra que brindó generosamente hasta el último día. Entendió que sus ideales trascendían su tiempo y espacio, y que sólo desde la participación social y la construcción política se podía lograr un futuro mejor en la región.
Se acerca nuestro aniversario, 24 años, tenemos la certeza que recordarlo es seguir peleando por el Gran Chaco, sus algarrobos y mistoles, por los miles de sueños de justicia que anidan en su gente y surcan ríos y senderos. Un espacio de tierra y bosques como lugar de vida, para toda vida.
Lamento esta triste noticia y desde Copiapó, Chile les envío un fuerte abrazo a su familiia y a la REDAF… su ejemplo y su constancia son ejemplo a seguir
con afecto