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LA DEFORESTACIÓN EN SALTA REDUJO UN 21% EL ÁREA DE BOSQUE NATIVO QUE NECESITAN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS PARA VIVIR

Redaf entrevistó a la Doctora María Vallejos por su investigación sobre los cambios en el uso del suelo del bosque nativo del Gran Chaco argentino. De su tesis doctoral se desprende que las comunidades indígenas del chaco salteño vienen sufriendo una considerable reducción de sus territorios, área fundamental para su supervivencia. El trabajo también demuestra el deterioro permanente del bosque nativo que aún sigue en pie y la necesidad de contar con la mayor y más precisa información posible para revertir esta tendencia.

La investigadora María Vallejos es Doctora en Ciencias Agropecuarias y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA). También formó parte del proyecto de monitoreo de desmontes en la Región Chaqueña desde el Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la FAUBA, en articulación con la Red Agroforestal Chaco Argentina y el INTA. Redaf la entrevistó en el marco de la publicación de su tesis doctoral, una investigación académica que tiene tres escalas de abordaje. Una es el estudio del Gran Chaco, que incluye Argentina, Bolivia y Paraguay, analizando los cambios en el uso del suelo en los últimos 35 años. Una segunda parte que se enfoca en la porción argentina del Gran Chaco, caracterizando los sistemas socioecológicos mediante el uso de datos censales y sensores remotos. Y el capítulo final que se focaliza en el Chaco Salteño. Es, justamente, desde esta última perspectiva por donde transcurre la entrevista que reflejamos a continuación:  

 

Redaf_  ¿Por qué una parte del trabajo está vinculada específicamente a la provincia de Salta?

María Vallejos_ El chaco salteño es una de las regiones con mayor diversidad étnica en todo el país. El 6,5% de la población de Salta se reconoce indígena, casi el triple que la media del país. Nosotros teníamos la inquietud, por los marcos teóricos que trabajamos en la facultad, que en parte tienen que ver con la creación de la carrera de Ciencias Ambientales, en ver cómo se distribuyen los beneficios y perjuicios de los cambios en el uso del suelo entre los distintos actores territoriales. En este sentido, trabajar con comunidades de pueblos originarios resultaba novedoso e interesante, justamente, porque estos hacen uso de los recursos naturales a nivel local, y son quienes se ven más perjudicados con los cambios en el uso del suelo. Para empezar a trabajar contábamos con una base de datos que Asociana y la Universidad de Salta habían obtenido mediante la entrega de GPS a los distintos integrantes de las comunidades indígenas para que vayan a mapear el lugar de captura de los recursos. Esta fue una tarea muy valiosa porque no es fácil determinar el área de uso del bosque por parte de las comunidades. Con esa información, entonces, primero trazamos el área de demanda de las comunidades, y combinamos esa información con los mapas de deforestación anual y con índices se relacionan con la oferta de recursos naturales, básicamente. ¿Cómo medíamos esa oferta de recursos? Estimando la productividad del bosque mediante sensores remotos. Para esto existen índices espectrales, provenientes imágenes satelitales, que tienen una correlación elevada con la productividad de la vegetación. Entonces, yo puedo decir que si hay un alto índice de vegetación la productividad es elevada, y viceversa. Al medir las tendencias  en el tiempo de estos índices, lo que se observa es que está cayendo la productividad del bosque.

Dra. María Vallejos

R_ ¿Es lo que en la  investigación aparece como disminución de los ‘servicios ecosistémicos’ del bosque?

 M.V._ Claro, si está bajando la productividad significa que está habiendo una menor producción de servicios ecosistémicos; o sea, hay menos biodiversidad, menos producción de madera, hay menos ciclado de nutrientes, de agua. La productividad primaria neta mide la entrada de energía de la biósfera, el  carbono que asimilan las plantas. Esta energía que se acumula en las plantas desencadena una amplia gama de procesos ecológicos. Si cae la productividad, se ven afectados un montón de servicios ecosistémicos que finalmente son capturados por los seres humanos y generan bienestar.Por supuesto no son el único factor que genera bienestar pero es un componente importante, sobre todo en sociedades que se vinculan con el uso de los recursos naturales a nivel local. ¿Y qué es lo que vimos? La conclusión más importante es que está reduciéndose el área de uso de las comunidades originarias por el avance de la agricultura. El área total de uso se vio reducida aproximadamente un 21 % solamente considerando el avance de la deforestación. Pero además de verse reducida el área, lo que sucede es que se está degradando el bosque remanente. O sea, sin contar lo que se deforesta, vimos que en los últimos 15 años disminuyó la productividad del bosque que todavía queda disponible. Y no solo eso, sino que también se está acortando el período de crecimiento de dicho bosque (se está retrasando el inicio y adelantando el final de la estación húmeda, que es el momento donde la vegetación está creciendo). O sea que es menor el tiempo en que el bosque está acumulando biomasa. Y sumado a eso, la degradación es mucho más grande en la zona cercana a los lotes deforestados, al avance de la frontera agrícola.

R_ ¿Y  cuál es la razón de esta degradación y menor período de crecimiento del bosque nativo?

M.V._ Son varias las causas. Por un lado, al haber menos territorio de bosque disponible se intensifica la demanda de recursos en el bosque remanente generando pérdidas de biomasa que redundan en una menor productividad. La intensificación se da principalmente por una mayor extracción selectiva de madera para leña o carbón vegetal por unidad de área, y una mayor carga ganadera (las vacas, además de comer, pisotean el suelo y podrían estar colaborando a la degradación). También hay otros factores que podrían estar operando, como la degradación química del suelo por agroquímicos, la pérdida de materia orgánica o los cambios en la estructura del suelo. Como se intensifica el uso se degrada más rápido el bosque y no se puede recuperar a la misma velocidad. Este fenómeno de degradación progresiva repercute en el nivel de bienestar de las comunidades que viven del bosque, pero además genera una ‘trampa de pobreza’, ya que cuanto más degradado está el bosque menos recursos hay para capturar, entonces más se intensifica el uso y más se degrada el bosque. Esto termina retroalimentando el nivel de pobreza, afectando cada vez más el bienestar. A nivel mundial existen trabajos que estudian el papel de los bosques en la mitigación de la pobreza en usuarios cuyas actividades tienen bajo o nulo retorno económico, como es el caso de las comunidades originarias del chaco.

R_ ¿Cuál es la diferencia que hay en el uso del suelo y territorio de las comunidades indígenas con respecto a los productores o empresarios que se dedican a la explotación agropecuaria?

M.V._ Una de las cosas que hicimos, dentro de los trabajos que realizamos en la facultad, es un mapeo de actores del este de Salta. Así, uno puede caracterizar a los actores en función de su grado de poder o influencia, y el grado de dependencia que tienen frente al uso de los recursos naturales. Haciendo este mapeo uno puede decir que si hay actores que tienen muy poco grado de poder, pero tienen un alto nivel de dependencia, esos actores son los más vulnerables. Por eso podemos caracterizar a las comunidades originarias y también a las criollas, pero fundamentalmente a las comunidades originarias, como actores muy vulnerables a los cambios del uso del suelo. La entrada de cada vez más grandes empresas agroexportadoras en la región genera una competencia por los recursos naturales y el uso del suelo. Tanto las comunidades originarias como las agroexportadoras demandan recursos a nivel local, la diferencia es que el uso de los recursos de las comunidades originarias se da a nivel local, mientras que el uso de las empresas agroexportadoras es a nivel global. O sea que están extrayendo recursos locales para sacarlos a un mercado global. Así se está perjudicando a los actores locales en beneficio de un mercado global.

R_ ¿Cual es el aporte que consideran hace este tipo de investigaciones que miden la vinculación entre deforestación y sus consecuencias en los actores sociales que viven del monte?

M.V._ Desde que empezamos a trabajar en el Chaco nos han llamado de varios juzgados para colaborar con la resolución de causas legales, para presentar mapeos de la deforestación de diferentes zonas, para la resolución de los conflictos por la deforestación, como por ejemplo en Salta. O en la provincia del Chaco, donde nos pidieron evidencias para evaluar las consecuencias ambientales por la deforestación. De alguna manera tengo esperanza de que la información que generemos con esto de la pérdida de bienestar que están sufriendo las comunidades frente a la deforestación pueda servir para resolver conflictos por el uso de recursos. De todos modos, para garantizar una distribución equitativa en el uso de los recursos tiene que haber una decisión política. La universidad debe dilucidar aspectos de la realidad y brindar herramientas para la resolución de los problemas, pero la decisión es política. Creo que lo valioso de esta investigación es que desde la Facultad empezamos a poner el ojo no solo en cuestiones productivas sino en aspectos que tienen que ver con los conflictos socioambientales. En qué es lo que está pasando con las comunidades y con la pérdida de los recursos de las comunidades. No hay soluciones mágicas para el ordenamiento territorial pero cuanta más información tengamos de cómo afectan los cambios en los usos del suelo a los distintos actores podemos tomar decisiones un poco más justas e inteligentes con el uso de los recursos. Lo que pasa en el Chaco es que los usos del suelo son muy contrapuestos, y esto se encuentra agravado por la situación de tenencia precaria de la tierra de los grupos más vulnerables, por eso hay desalojos, enfrentamientos y conflictos. Hay que sentarse a pensar el uso más inteligente que se le puede dar al suelo como para que la menor cantidad de gente se vea perjudicada, o la mayor cantidad de gente se vea beneficiada, y eso no es posible si no sabemos lo que está pasando.

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