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El ingeniero Franco Fogliata, su autor, refleja la oportunidad histórica para producir etanol en Tucumán, frente a la creciente demanda nacional e internacional.
Fuente: La Gaceta de Tucumán
En el marco del taller interactivo “Biocombustibles: energía renovable en el NOA”, que se desarrolló la semana pasada en esta provincia organizado por la Fundación del Tucumán, el ingeniero agrónomo Franco Fogliata presentó su libro “Biocombustibles. Una mirada hacia el 2010. Su impacto en el país y el NOA”.
“Lo que me motivó escribirlo es la enorme perspectiva económica que existe a nivel mundial, y obviamente en el país, sobre el uso de los biocombustibles; es una política que no tiene retorno respecto del reemplazo paulatino de los combustibles de orígenes fósiles”, explicó Fogliata a LA GACETA Rural.
“Ante ese panorama, veía la necesidad de estudiar a fondo el tema y condensar en el libro su relación con los aspectos técnicos, económicos y políticos”, agregó. “Para ello fue necesario revisar el pasado, es decir arrancar en 1920 para llegar al presente, siempre referido a la legislación argentina más el enfoque mundial en la materia”.
Según Fogliata, esa tarea permitió dejar planteado el futuro en materia de biocombustibles en el país y el mundo.
“Tendrá un alcance insospechado dentro de los próximos 50 años, porque van a conjugarse con los biocombustibles de segunda generación, es decir los obtenidos a partir de la biomasa celulósica, con la realidad que será el hidrógeno como el gran combustible del futuro proveniente del etanol”.
Fogliata agregó que en su libro aborda también una serie de cultivos nuevos con la exclusiva finalidad de obtener de biocombustibles y no los destinados a la alimentación humana. “Así surgen especies silvestres de géneros botánicos emparentados con la caña de azúcar, por un lado, o bien todo lo que puede ser el sorgo azucarado u otros cultivos u especies botánicas muy poco conocidas en el país. Estas son plantas productoras de aceites para obtener el biodiesel”, explicó el experto.
En ese contexto, puso énfasis en el “enorme papel” que el Noroeste Argentino puede jugar en el futuro, ya que podrá incorporar no menos de 1 millón de hectáreas de cultivo para la producción contando con el auxilio de riego -del río Bermejo, por ejemplo-, y radicar un gran polo de desarrollo agroindustrial para obtener biocombustibles.
“Hay que tener en cuenta la enorme demanda mundial de estos productos, que habrá en los próximos 20 años”, apuntó Fogliata.
Remarcó, como corolario, que en este siglo posiblemente a alcohoquímica reemplace a la petroquímica, en la medida en que los productos finitos de petróleo y gas se vayan agotando. “Ese es el gran desafío de la humanidad para los próximos 100 años”, concluyó.
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