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El Gobierno de Misiones ocultó información negativa sobre el Proyecto hidroeléctrico Garabí

Es un texto de siete mil folios elaborado por expertos de la Universidad Nacional de Misiones, con aportes de Corrientes, la Nación y del Banco Mundial. Allí se alerta sobre la veintena de enfermedades que acarreará el proyecto hidroeléctrico, en cualquiera de sus variantes; la destrucción de los ecosistemas costeros del Uruguay; y el daño al tejido social de los pueblos afectados.

Fuente Ecoportal.net / Diario Primera Fuente

Posadas. Bajo siete llaves y a espaldas de la población, desde hace más de tres años el Gobierno de Misiones tiene en su poder un informe de siete mil folios sobre el Proyecto Hidroeléctrico Garabí. Este invalorable documento fue elaborado por equipos profesionales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), con aportes del Banco Mundial, Emprendimientos Energéticos Binacionales Sociedad Anónima (EBISA) y el Gobierno de Corrientes, y brinda datos escalofriantes -de gran extensión y precisión- acerca de los impactos sanitarios, ambientales y sociales que subyacen al proyecto en sus dos hipótesis (uno o dos cortes). Fuentes reservadas de la casa de estudios confirmaron que el estudio lo poseen, conocen y manejan tanto los gobiernos provinciales como EBISA, la sociedad anónima con capital estatal mayoritario representada en acciones cuya titularidad corresponde a la Secretaría de Energía (99%) y a Nucleoeléctrica Argentina SA (1%)

Además, el mamotreto ofrece guías para la aplicación de programas destinados a la persuasión para la aceptación del proyecto en las comunidades y otros ámbitos de afectación. Entre otros tópicos, incluye un listado detallado acerca de las múltiples enfermedades epidemiológicas que provocaría la represa, un inventario de 950 hojas con respecto a la aplicación de leyes ambientales y hasta un manual para la implementació n de campañas destinadas a la captación -por medio de la manipulación de la información- de opiniones positivas sobre el proyecto en los medios de comunicación y los estratos legislativos.

“Nuestra propuesta, como cualquier iniciativa de información y comunicación, apuntará a resaltar aquellos aspectos positivos resultantes y atenuar los negativos”, advierte un amplio apartado sobre las estrategias educativas pensadas para su aplicación en los niveles primario, secundario y terciario de la educación pública, resumiendo el espíritu de las más de siete mil páginas del diagnóstico: escamotear la información para evitar posturas contrarias a la ejecución del multimillonario emprendimiento hidroeléctrico. Como si fuera poco, también se adosa un instructivo discursivo “para el caso de actores gubernamentales” que aconseja “poner énfasis en que el proyecto otorga la capacidad para mejorar la calidad de vida de la población presente y futura”.

Pueblos afectados

Proyecto Represa Hidroeléctrica Garabí “Estructura poblacional y social, Patrimonio cultural y turístico” se denomina uno de los informes del documento secreto del Gobierno, donde se explicita que “la estimación del área afectada por la represa arroja una cifra de aproximadamente 32.304 hectáreas o 323 kilómetros cuadrados para Misiones, o sea el 1,05% de sus 3.074.038 kilómetros cuadrados; este total de afectación se distribuye en 15.336 hectáreas en el departamento de Apóstoles, 12.139 en Concepción de la Sierra, y 4.779 en San Javier, con unas escasas 54 hectáreas en el departamento de Oberá”. Asimismo se informa que la población que deberá ser relocalizada oscila entre las 15 mil y las 20 mil personas.

Sobre las consecuencias sociales, el informe reconoce que “el reasentamiento involuntario puede tener consecuencias traumáticas para la vida de aquellos que viven en la zona de influencia del proyecto. Constituye una ruptura repentina de la continuidad del tejido social y puede tener como resultado el empobrecimiento de la población reubicada. Los cambios que causa se pueden distinguir de los procesos de desarrollo normales ya que desbarata los patrones de asentamiento y las formas de producción, desorganiza las redes sociales y reduce la sensación de control sobre su vida que tiene la gente”. El área de influencia en la margen derecha, abarca los siguientes municipios de Misiones: Apóstoles, Azara, y Tres Capones (departamento Apóstoles); Concepción de la Sierra y Santa María (departamento Concepción); Itacaruaré, San Javier, Mojón Grande y Florentino Ameghino (departamento San Javier) y Panambí (departamento Oberá). Según este informe, los asentamientos que serán totalmente afectados -desaparecerán por completo- son: Puerto Azara, Puerto Concepción, Puerto San Lucas, Puerto San Isidro, Puerto Itacaruaré, Isla Itacaruaré, Puerto Blanes, Puerto Sara y Puerto Rosario”.

San Javier es el núcleo urbano más importante entre los afectados por el embalse y el que recibirá un impacto mayor en cuanto a la cantidad de personas, viviendas, infraestructura y equipamiento que deberá relocalizarse, de acuerdo a este informe.

Enfermedades en puerta

“Los nuevos asentamientos de migrantes en la región debido a los cambios económicos o culturales incorporarán factores negativos, facilitarán el ingreso o aumento de los vectores de hábitos domiciliarios como la vinchuca, los animales domésticos, mosquitos causantes del contagio de la fiebre amarilla, paludismo y dengue y la aparición de distintas parasitosis”, revela el diagnóstico oficial.

“El impacto más relevante tiene que ver con el establecimiento, como resultado de la formación del embalse de Garabí, de condiciones ambientales favorables para la proliferación de especies transmisoras de enfermedades humanas”, advierte el capítulo “Control de plaga”, que pone de manifiesto información específica sobre enfermedades ocasionadas por las represas, que nunca fueron divulgadas a la población de manera oficial pese a la presencia de éstas en buena parte de la provincia. Se detalla: “En los relevamientos efectuados se constató la presencia de culicideos y simulidos que son citados en la literatura como potenciales vectores de endemias humanas”.

“Los mosquitos de los géneros anopheles y aedes, potenciales transmisores del paludismo el primero y de fiebre amarilla y dengue el segundo, encontrarán también incrementados los ambientes aptos para su cría. En cuanto a los moluscos de importancia sanitaria, se han encontrado en el área los planorbideos biomphalaria tenagophila y limnas columella potenciales transmisores del schitosoma mansoni el primero y de fasciola hepática el segundo”, prosigue el aterrador informe científico que el Gobierno y la UNaM venían ocultando a los misioneros.

“Algunos hirudineos y turbelarios tienen, como principal fuente alimentaria a larvas, insectos y algunos moluscos gasterópodos, muchos de los cuales son vectores de patogenias humanas y de vertebrados silvestres. Las nuevas condiciones ambientales pueden tornarse desfavorables para estas especies provocando la disminución o exterminio de sus poblaciones y en consecuencia favorecer al desarrollo de poblaciones de las especies transmisoras de enfermedades que mantenían bajo control”, vaticina el apartado sanitario, prediciendo un apocalíptico panorama epidemiológico si la represa llegara a construirse.

Siempre en materia de aparición de enfermedades, el informe es pesismista en cuanto a las dos opciones técnicas que baraja el proyecto: “Con relación a las condiciones ambientales favorables para la proliferación de especies transmisoras de enfermedades humanas, ambas alternativas tendrían un impacto negativo”.

Entre las enfermedades inevitables que traerá aparejadas la concreción del proyecto Garabí, el informe reconoce: malaria, dengue, fiebre amarilla, encefalitis, leishmaniasis, esquistosiomiasis, dermatitis esquistosómica y otras siete patologías de afectación en el ganado y otras especies animales.

Devastación de fauna y flora autóctona

Otro apartado especial es el Programa de diagnóstico del sistema ambiental. Allí se explica: “La fauna regional afectada al proyecto está integrada por especies chaqueñas y paranaenses. Algunos mamíferos están en vías de extinción regional, entre ellos el yaguareté, tapir, chancho del monte, ciervo de los pantanos y ciervo de las pampas; otros mamíferos presentes en el área son: zorro pampa, puma, zorrino común, mulita chica, etc; las aves son abundantes, entre ellas, el ñandú, inambúes, chuña patas rojas, el amenazado tordo amarillo y la cachirla dorada”.

Este segmento de incomensurable valor informativo, además detalla críticas académicas hacia otros proyectos hidroeléctricos ya consumados: “Las grandes represas hidroeléctricas de Yacyretá (Corrientes) y Urugua-í (Misiones), al anegar vastas superficies han provocando la desaparición de ecosistemas y especies. Las comunidades más sensibles a estos cambios son las asociadas a los cursos rápidos y someros y a las selvas en galería, que ven interrumpidos los ciclos de inundaciones habituales”, expresa un párrafo de los 874 folios que conforman el apartado sobre fauna y flora. “En particular la reducción del hábitat constituido por la selva en galería de río y arroyos representa una afectación importante para las especies que la habitan, muchas de las cuales se hallan actualmente con poblaciones numéricamente muy disminuidas y en algunos casos con riesgo de extinción para el área. De las especies de fauna autóctona presentes en el área, 26 están listadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como amenazadas y deberán implementarse acciones tendientes a su protección. De ellas al menos catorce -nueve mamíferos, tres aves y dos reptiles- están presentes en el área de impacto inmediato del Aprovechamiento Garabí. Estas son: ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), aguará-guazú (Chrisocyon brachyurus), lobito de río (Lutra platensis), gato onza (felis pardalis), gato tigre (felis tigrina), margay (felis wiedii), yaguarete (Panthera onca), ciervo de las pampas (Ozotocerus bezoarticus), nutria gigante (Pteronura brasiliensis), yacutinga (Aburria yacutinga), guacamayo violáceo (Anodorhynchus glaucus), chorao (Amazona pretrei), yacaré ñato (Caiman latirrostris), yacaré negro(Caimán crocodylus). Estas especies dependen significativamente de los ambientes de bosque nativo en el área del futuro embalse de Garabí”, agrega el tétrico diagnóstico que la población desconocía, hasta hoy.

Manual para desinformar a la población

Increíblemente, el documento secreto del Gobierno comprende un programa sobre información pública cuyo objetivo es, según reza el prefacio, “determinar el contenido clave a difundir, los ejes principales de la información y comunicación del proyecto. En cuanto al programa de información y comunicación, los mensajes deberán poner su eje, en primer lugar, en los aspectos positivos del proyecto Garabí, con la intención de dotarlos de visibilidad pública, concientizando a la población de los beneficios del mismo”.

Así, entre los “aspectos negativos del proyecto Garabí” que el instructivo sugiere obviar se enumeran en el texto: “Efectos ambientales de la Construcción, polución del agua/aire por la construcción y residuos, erosión del suelo, destrucción de vegetación, problemas sanitarios y de salud, desalojos en la zona a inundar, pérdidas de tierra por la inundación (agrícolas, bosques, etc.), pérdida de rasgos culturales, históricos y estéticos, pérdida de tierras vírgenes y hábitat natural. Peligro de especies animales, proliferación de malezas acuáticas en el embalse y aguas abajo perjudicando liberación de agua, irrigación, navegación, fauna íctica, deterioro de la calidad de agua en el embalse, sedimentación del embalse y pérdida de la capacidad de almacenamiento, perjuicios para la agricultura recesiva, daño a pesquerías por cambios en el caudal, bloqueo de migraciones y menor calidad del agua, aumento de enfermedades de origen hídrico, desorden social por caída del nivel de vida de los reasentados, degradación ambiental por presión sobre la capacidad de la tierra, perjuicio a tribus y grupos indígenas, migraciones excesivas de personas en un área por las nuevas facilidades de acceso y líneas de transmisión, problemas ambientales por el mayor desarrollo derivado del embalse (irrigación, industrias, crecimiento de núcleos urbanos), pobre uso de la tierra aguas arriba y efectos sobre la calidad del agua”.

Estrategias para desinformar

El plan de desinformació no está pensado para su aplicación en ámbitos educativos públicos: “En el caso de la educación formal -nos referimos especialmente a los ciclos preescolar, educación general básica y polimodal- los contenidos necesariamente deberán ser consensuados con el Consejo Federal de Educación, las instancias de diseño de los contenidos básicos comunes en el orden provincial y las escuelas mismas, dado que formarán parte de la currícula formal de las instituciones”. Más adelante, en el mismo apartado, se deja en claro la estrategia de manipular la información antes de brindarla a la población: “Los aspectos débiles del proyecto son la materia prima para potenciales argumentos contrarios y acciones que pueden amenazar el éxito final y obstruir su desarrollo, sobre todo en las etapas iniciales. El propósito de esta sección es identificar las dimensiones fuertes y débiles del proyecto Garabí con el objeto de emplearlas eficazmente en el diseño del programa de información”.

El proyecto reconoce que persigue el objetivo de obtener -a partir de la desinformación- la aprobación y no el debate del proyecto Garabí, cuando enuncia: “La difusión y enseñanza de los aspectos positivos o fuertes resultantes deberá correr paralelamente, a fin de provocar los cambios de actitud deseados”.

El informe le advierte al Gobierno que “las cuestiones sociales y ambientales se acumulan dando argumentos válidos a los defensores del medio ambiente para oponerse a este tipo de inversión en infraestructura. Salvo que estos aspectos sean mitigados metódicamente a través de políticas explícitas, legislación protectora, inversiones y planificación adecuadas, la construcción de obras hidroeléctricas como Garabí será retardada por tensiones sociales y una creciente oposición política y ambientalista”.

“Las principales amenazas para el normal desarrollo del proyecto están representadas por los siguientes actores: asentamientos aborígenes, ONG contrarias (locales, nacionales o internacionales), principalmente ambientalistas, medios de comunicación, oposición de las autoridades locales y legislación contraria”, añade.

El documento adjunta en esta fracción un índice detallado de cada asociación ambientalista y un listado de ONG señaladas como “opositoras al proyecto”. “La oposición de ONG ambientalistas a la construcción de represas es un fenómeno creciente que es necesario considerar en toda su dimensión, dada su elevada representatividad social, la amplitud de la cobertura mediática de su accionar y su capacidad de hacer oír sus reclamos internacionalmente y ante organismos internacionales de financiamiento. No puede desestimarse su influencia sobre la opinión pública en general e incluso sobre los gobiernos”, advierte.

Según el texto, “las principales organizaciones no gubernamentales identificadas en la actualidad como abiertamente opuestas a la construcción de represas tienen base tanto nacional como local y regional. Entre ellas cabe destacar al Taller Ecologista – Foro Ecologista y Fundación Proteger, Amigos de la Tierra, Salus Térrea y Greenpeace Argentina. Muchas de estas organizaciones se oponen en general a cuestiones de cambio climático, como las nucleadas en el Foro del Buen Ayre (FBA), y utilizan estos argumentos en contra de las represas criticándolas como alternativas ecológicas frente al fenómeno del calentamiento global y cambio climático”.

Sustento teórico

“El intento de influir sobre los individuos mediante la comunicación persuasiva para que modifiquen sus actitudes y la conducta con ellos vinculada es algo habitual, como por ejemplo, el político que utiliza sus campañas para conquistar los votos, o los organismos tanto sociales como cívicos que desean tener una injerencia en el cambio social; todos ellos utilizan la comunicación persuasiva, en la que está implícita la intención de ejercer una influencia social”, prologa una guía del informe, destinada a la aplicación de una antiética “comunicación persuasiva”.

El plan de persuasión tiene sustento académico y científico: “Existen dos vías para la persuasión. Los investigadores sobre este tema, Richard Petty, John Caciooppo, Alice Eagly y Shelly Chaiken, demostraron con sus estudios, que aquellas personas que podían estar capacitadas para pensar en un tema se persuaden mejor a través de una ‘ruta central’, donde se reúnen elementos sistemáticos que estimulan un curso de pensamiento favorable”, describe el apartado de 213 folios destinados a estrategias para convencer a la población para que acepte el proyecto Garabí.

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