La secretaría de Ambiente y el Ministerio de Producción de Catamarca trabajan en conjunto para reformular la ley de Bosques, una normativa que establece en el territorio de la provincia áreas protegidas en las que es posible trabajar con fines productivos. Según dijo el secretario de Ambiente, Daniel Barros, la intención es compatibilizar la protección ambiental con las necesidades de generar “áreas productivas” conforme al proyecto político del Gobierno, en una suerte de “tratado de paz entre lo ambiental y lo productivo”.
Fuente: Infocampo
En declaraciones al diario El Ancasti, Barros explicó que “nuestra provincia tiene un derecho irrenunciable al aprovechamiento integral de sus recursos naturales, consiguiendo con ello mejores condiciones para el desarrollo y su progreso. En este contexto emerge con plenitud la actividad productiva. Y cuando decimos provincia, decimos el pueblo de Catamarca, que es el sujeto histórico que legitima y articula las políticas públicas, por lo que coordinar fluidamente la relación entre los distintos ministerios y secretarías de Estado es la recomendación permanente de nuestra Gobernadora. La Secretaría de Estado está trabajando conjuntamente con el Ministerio de Producción en una especie de protocolo que garantice la concreción de un proyecto ganadero que nos han presentado para la zona este de nuestra provincia, que pueda desarrollarse y al mismo tiempo permita la sustentabilidad ambiental de la región”.
“Esta ley, donde sin duda han trabajado con ahínco y responsabilidad nuestros legisladores, merece en nuestra opinión que la revisemos entre todos, sin apuros y sin prejuicios inconducentes, en un contexto de diálogo donde se pueda escuchar la voz de los productores afectados, donde el Ministerio de Producción nos explique a todos los catamarqueños su proyecto productivo para la región Este y nuestra Secretaría informe sobre los resultados de la aplicación de esta ley, sus ventajas y sus perjuicios, con la participación ciudadana que se merecen las cuestiones ambientales”, manifestó el secretario.
En tanto, admitió que “las políticas ambientales inevitablemente rozan y a veces colisionan con intereses públicos y privados porque, como sostienen algunos autores, el ambiente es tangencialmente afectado por la mayoría de las acciones de los hombres. De allí que su regulación siempre incidirá sobre aquellos intereses”.
Sin embargo, Barros consideró que “lo antagónico, característica central de la relación ambiente-producción, debe convertirse, como en algunas provincias exitosas, en un tratado de paz, que nos permita la cabal comprensión de las dimensiones sociales, científicas y ambientales que nos brinden a los catamarqueños la base de nuestro desarrollo productivo”.
En ese sentido, declaró que “desde que el Gobierno decide introducir la dimensión ambiental en sus políticas de Estado asume un fuerte compromiso de resolver los conflictos que tal decisión supone. Y entre los desafíos que asume está el de encontrar su justa ubicación en el proyecto de Gobierno, para que lo ambiental tenga su propia agenda, por un lado; y articulando con otras áreas de Gobierno, por el otro”.
Para Barros, “la discusión que pone en evidencia la pereza intelectual de los contertulios, cuando no la ociosidad disfrazada de excusas argumentales, pertenece al pasado y constituye una lamentable pérdida de tiempo. Convocamos a trabajar desde la participación y el compromiso por un desarrollo sustentable de nuestra provincia. Es nuestro modesto aporte al cambio que conduce en sus trazos estratégicos Lucía Corpacci”, finalizó.