25 de Agosto, 2019.
Comunicado en apoyo a las comunidades indígenas de la Amazonía y a los movimientos sociales que trabajan por la preservación de esta región.
Para ver el comunicado original hacer click aquí
Las organizaciones abajo firmantes apoyamos las marchas que no son
transmitidas en los medios masivos de comunicación de Brasil, denunciamos su
complicidad en el ocultamiento de la información y nos unimos a las comunidades
indígenas que claman por nuestra casa común.
“¿Por qué cuesta tanto creer que, si dañamos la naturaleza nos dañamos a
nosotros mismos? No observamos el mundo desde fuera. No estamos separados
de él.”[..]“Yo soy chamán de la selva y trabajo con las fuerzas de la naturaleza,
no con las fuerzas del dinero o de las armas” Davi Kopenawa Yanomami, chamán y
portavoz yanomami.
Según un estudio de 2016 publicado en las Actas de la Academia Nacional de
Ciencias, la selva tropical corre riesgo de transformarse en una sabana cuando la
deforestación alcanza del 20 al 25% de la cubierta arbórea total. Actualmente, la
deforestación en la Amazonia es del 17 % según el último informe de Mongabay.
En este momento el avance de los incendios van dejando sólo cenizas. Nos
obligan a ser testigos de un biocidio en el pulmón de nuestro continente. El fuego
amenaza la supervivencia de una enorme biodiversidad así como también de la gran
diversidad cultural que atesora la Amazonia y el Mato Grosso. El 98,5% del territorio
indígena del Brasil se ubica en la Amazonia, los pueblos que resisten y luchan por el
respeto cultural hoy ven incendiados sus hogares con una total indiferencia por parte
del estado.
La legislación internacional respalda el derecho a la tierra por parte de los
pueblos indígenas quienes han sido despojados de sus territorios alrededor del mundo.
Sin embargo, uno de los primeros actos del actual presidente de Brasil Jair Bolsonaro
tras la toma de posesión, fue retirar la responsabilidad sobre la demarcación de los
territorios indígenas del Departamento de Asuntos Indígenas, FUNAI, y dársela al
Ministerio de Agricultura, cuya postura anti-indígena es notoria y tal como denunció
en su momento la organización Survival esto fue “prácticamente una declaración
deguerra contra los pueblos indígenas de Brasil”. “Esta es mi vida, mi alma. Si me
separas de esta tierra, me quitas la vida”, dice Marcos Verón (guaraní).
La ONG de investigación World Resources Institute informa que Brasil es el país
que deforesta a un ritmo más rápido que cualquier otro mientras el presidente disfruta
de las críticas por su actitud hacia la Amazonía, refiriéndose en broma a sí mismo
como ‘Capitán Motosierra’.
Según los datos del INPE, considerando el período comprendido entre el 1 de
enero y el 19 de agosto, los incendios forestales en Brasil son aproximadamente un
80% mayores que los registrados para el mismo intervalo en el 2018, con 72.843
focos de incendio.
Hoy, el fuego se
expande sin un plan de
acción por parte del estado
y por si eso fuera poco, Jair
Bolsonaro acusa a las ONG
que luchan por proteger la
Amazonía de haber iniciado
ellas mismas este desastre.
Repudiamos esta injusta criminalización de nuestros hermanos y hermanas de
Brasil que trabajan a través de organizaciones sociales por preservar este sitio donde
se encuentra nada más ni nada menos que el 20% del agua dulce que resta en el
planeta (Macedo, M.& L.Castello, 2015). La lucha de estos movimientos junto a la
de 900.000 personas, pertenecientes a los 305 pueblos indígenas que alberga Brasil, es
nuestra lucha. Por eso hoy les decimos que no están solos, dejar arder la Amazonia y
el Mato Grosso es un agravio contra el mundo entero.
Exigimos que se respete de manera inmediata los derechos humanos de pueblos
indígenas y reclamamos de manera urgente información fidedigna sobre el plan de
acción que se llevará a cabo para proteger la Amazonia y el Mato Grosso.
Firmas: CREAS, REDAF, APDH (Regional Impenetrable Chaqueño), MEDH,
ASOCIANA y JUM.