El presidente de la Federación Pilagá, Bartolo Fernández, detalló que las comunidades La Esperanza, El Descanso, Pozo Molina y La Línea se encuentran severamente afectadas por la crecida del Pilcomayo y al respecto adelantó que por el momento no recibieron ningún tipo de ayuda gubernamental, ya sea abrigos ni alimentos.
Unas 90 familias pilagá de comunidades aledañas al bañado La Estrella, 400 kilómetros al oeste de la capital de Formosa, están inundadas desde el mes pasado y estiman que seguirán así hasta julio, cuando bajen las aguas del río Pilcomayo.
El presidente de la Federación Pilagá, Bartolo Fernández, detalló que las comunidades La Esperanza, El Descanso, Pozo Molina y La Línea se encuentran severamente afectadas por la crecida del Pilcomayo y “no recibieron la asistencia enviada por el Ministerio de Desarrollo” a la provincia.
“Escuelas, viviendas, el centro de salud están inundados y no recibimos la ayuda”, dijo Fernández quien detalló que la inundación empezó en marzo y permanecerá, según los expertos, hasta julio.
El bañado La Estrella ocupa una extensión de 400.000 hectáreas, de unos 10 a 20 kilómetros de ancho por 300 de largo, muy cerca de Las Lomitas, en el sector noroeste de Formosa. Desde su formación, hace 60 años, este bañado desborda para enero y baña la región durante la época de seca, hasta agosto.
Todos los años repite esta dinámica, dejando a su paso pasturas muy ricas que permiten un engorde natural de vacas, cerdos, cabras, ovejas y otros animales que allí se crían, detalla un informe del Instituto de Cultura Popular (INCUPO).
Fernández contó que el agua avanzó sobre casas, ganado, cultivos y escuela. Aunque los animales grandes pudieron ser salvados, hubo numerosas bajas con los cabríos: “de majadas de cuarenta sólo sobrevivieron diez”, lamentó. Las familias afectadas se refugiaron en otras comunidades a esperar, como todos los años, que baje el agua. Pero el dirigente pilagá no cree que puedan regresar a sus lugares porque “la tierra se pone salitrosa, ya no sirve ni para el ganado ni para la siembra y los árboles se secan”. El presidente de la Federación Pilagá dijo que en años anteriores las comunidades Pozo Molina y La Línea no se anegaban porque estaban en tierras más altas. Pero ahora, una obra en una ruta interna, que fue severamente cuestionada por los indígenas, impide que las aguas drenen a tiempo, explicó