La Oficina Federal para la Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria de Alemania, decidió la suspensión de la aprobación de uso a ocho plaguicidas relacionados con la muerte de abejas. En Argentina las cosas son diferentes, testimonios de productores apícolas tanto de la zona Pampeana como de la zona extrapampeana dan cuenta de la mortandad de abejas, disminución de la población en las colmenas y consecuente caída en la producción de miel.
Esta situación se relaciona con el modelo agropecuario llevado adelante por los productores basado en la deforestación, el monocultivo de soja, la utilización de variedades transgénicas y la aplicación de herbicidas, insecticidas y fungicidas.
Javier Souza Casadinho
La suspensión en el uso de plaguicidas
Desde Alemania nos llega información generada en la oficina Federal para la protección del consumidor y seguridad alimentaria acerca de la suspensión de la aprobación de uso correspondiente a ocho plaguicidas relacionados con la muerte de abejas. Estos son; Antarc – imidacloprid producido por Bayer –, Chinook – imidacloprid producido por Bayer –, Cruiser –tiametoxan producido por Syngenta –, Elado – clothianidin producido por Bayer-, Faibel – imidacloprid producido por Bayer-, Mesurol – Metiocarb producido por Bayer – y Poncho – clothianidin producido por Bayer-.
El centro de investigación para cultivos de plantas de Alemania informó que en 30 abejas examinadas en el estado de Baden – Wuerttemberg -se hallaron productos químicos utilizados en el tratamiento de semillas. El análisis y la toma de decisiones es clara, ante la evidencia de una relación entre el uso de estos plaguicidas y la mortandad de abejas se toma la decisión de suspender la aprobación, lo cual impide su utilización.
En Argentina las cosas son diferentes, testimonios de productores apícolas tanto de la zona Pampeana como de la zona extrapampeana dan cuenta de la mortandad de abejas, disminución de la población en las colmenas y consecuente caída en la producción de miel.
Esta situación se relaciona con el modelo agropecuario llevado adelante por los productores basado en la deforestación, el monocultivo de soja, la utilización de variedades transgénicas y la aplicación de herbicidas, insecticidas y fungicidas.
Obviamente la deforestación determina en primer lugar la existencia de menos árboles y arbustos afectando además a las hierbas que crecen a su alrededor, lo cual implica que las abejas encuentren menos alimento
El avance de la soja junto a la utilización de agroquímicos – aplicados tanto por vía aérea como por vía terrestre – y la ausencia de rotaciones, por ejemplo con girasol, determinan una simplificación de los agroecosistemas. Se reduce la biodiversidad en general y la relativa a los vegetales en particular, es decir las plantas cultivadas y silvestres que puedan alimentar a las abejas.
Ésta situación implica una dificultad para los apicultores en su objetivo de obtener campos con flora apícola. Así es frecuente escuchar frases como; “ya no sabemos dónde poner las colmenas frente al avance de la soja”
Por otra aparte el uso continuo de insecticidas moderadamente tóxicos para las abejas como el endosulfan y altamente tóxicos para ellas como el imidacloprid, el clorpirifos y el fipronil determinan una mayor mortandad de estos insectos sociales.
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estoy en untodo de acuerdo con lo publicado y espero como apicultor que en esto se tome una detrminacion urgente porque en pocos años vamos a desaparecer como un pais altamente exportador de miel.