Ni los planes sociales, ni las frazadas, ni la comida, ni las chapas, ni las amenazas, ni siquiera las camionetas que el gobierno puso para trasladar a los votantes, lograron detener la memoria y dignidad del pueblo qom, que eligió democrática y contundentemente a Félix Díaz como su representante.
Fuente: La Vaca
“Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás, existe Gildo Insfrán”. Bien podría ser éste el slogan de campaña de Cristino Zanabria, el candidato que empujó el gobierno de Formosa a las elecciones de la comunidad de La Primavera, el 25 de junio, sin éxito: ni los planes sociales, ni las frazadas, ni la comida, ni las chapas, ni las amenazas, ni siquiera las camionetas que el gobierno puso para trasladar a los votantes, lograron detener la memoria y dignidad del pueblo qom, que eligió democrática y contundentemente a Félix Díaz como su representante.
Las cosas que el dinero no puede comprar
Algunos caminaron los 9 kilómetros que separan la comunidad de las escuelas donde se votó con tal de no subirse a las camionetas del gobierno provincial, que ofrecía sugerentemente llevarlos. “Me iré caminando, y demostrar que no estoy más de acuerdo con este sistema”, cuenta Félix que decían. Otros se subieron, pero no cambiaron por ello su voto: “Nos terminaron haciendo un favor a nosotros”. La elección fue contundente: Félix Díaz arrasó con 610 votos frente a 369 del candidato de del gobierno, que días anteriores venía amenazando a los qom con quitarles los planes sociales, ofreció comidas, frazadas y otras mentiras. Así lo denunció el propio Adolfo Pérez Esquivel en carta difundida por lavaca, con nombres y apellidos: “Los Intendentes amenazadores, son el Dr. Héctor Blanco del Municipio de Siete Palmas, el Dr. Ricardo Miguel Lemos del Municipio de Laguna Blanca y el Dr. Néstor Díaz del Municipio Laguna Nainek”. La carta, los organismos y otros voluntarios que viajaron hasta Formosa garantizaron la transparencia en los comicios. Hubo tan sólo 5 votos en blanco y ningún anulado. Félix resalta la ayuda que los organismos de derechos humanos prestaron a los miembros de la comunidad, primero, para explicar los pormenores de la elección, luego para guiarla.
La elección marca un antes y un después para la comunidad. Recordemos que el anterior representante, Cristino Zanabria, había sido elegido fraudulentamente, puesto por el gobierno de Gildo Insfrán para monitorear la comunidad desde adentro. Para esta elección, cuenta Félix, estrenó una 4×4. A muchos ofrecieron planes y comida, a otros amenazaron, pero no alcanzó. “La diferencia es que nuestro voto es natural, sentido, sin manipulación; y el de Zanabria es interesado, porque les dieron pensiones provinciales, colchones, chapa y mercadería”, remata Félix.
Los miembros de la comunidad entendieron la diferencia: “Mucha gente me dijo que la sangre derramada por la represión tiene que quedar en la memoria. Las cosas que ofrece el gobierno son materiales y temporales. Terminan y te quedás sin nada. Defender la tierra no tiene precio”.
El anti-líder
Díaz es ahora la cabeza legal de la comunidad, y podrá integrar la mesa de diálogo abierta para solucionar el conflicto por las tierras, según el requisito que el gobierno había impuesto. El significado de la elección es entonces doble: por un lado, legitima a Félix a tomar parte en las negociaciones y decisiones, firmar y encabezar el entramado burocrático; por otro, sienta un antecedente democrático en las elecciones de la comunidad y consagra su autonomía e independencia. Félix explica esta diferencia entre la teoría de la democracia representativa, y su realidad: “No voy a estar solo al frente de esta lucha. La comunidad es la que va a seguir decidiendo. Les estoy proponiendo que busquen la manera de involucrarse y que también ellos propongan qué se puede hacer por el bien de todos, porque así nos hemos manejado desde el principio”.
¿Qué sigue? Tras la elección, Félix viajará a Buenos Aires este jueves 30 para inscribir a La Primavera en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RNCI), por lo que se le otorgará una personería jurídica a la comunidad qom. Interpreta Félix: “ahora tenemos validez para discutir de igual a igual a nivel nacional lo de las tierras”. Una vez inscriptos pedirán a los organismos que articulen una reunión con el Estado, a quien exigirán el cumplimiento de la ley 26160 de Emergencia en Materia de Posesión y Propiedad de las tierras, que reza:
“Declárase la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país, cuya personería jurídica haya sido inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas u organismo provincial competente o aquéllas preexistentes“.
El principio
Nunca pensó, dice Félix, que iría salteando todos estos entramados burocráticos y legales para reclamar lo que a él y a todos los originarios les resulta tan propio como natural: la tierra. Cita la ley con la fuerza de un hombre que ha tenido que saltear estas paradojas del mundo moderno, y con la convicción de que no hay otro camino.
La secuencia de este última tramo podría resumirse en un puñado de palabras: Represión y muerte – Meses en plena 9 de julio – Huelga de hambre – Se abre una mesa de diálogo – Pero piden que se elija democráticamente un representante – Félix gana las elecciones – Ahora falta inscribir a su comunidad – Para integrar la mesa de diálogo.
Félix dice finalmente lo que queda después de sortear todas estas instancias: “La lucha recién comienza”.