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Samuel Garcete, sobreviviente de La Primavera: “Me golpearon y pisaron todo, quedé sin dientes”

El 21 de noviembre del año pasado, Formosa y el país se conmovían por la violencia de un enfrentamiento entre aborígenes, criollos y efectivos de las fuerzas policiales de la provincia, dos formoseños perdieron la vida: el aborigen Sixto Gómez y el oficial de policía Heber Falcón. Durante las primeras horas de la tarde de ese fatídico día, se habló de una tercera víctima. Se trataba de Samuel Garcete, quien entrega su testimonio en esta entrevista.

Fuente: Diario El Comercial

El 21 de noviembre del año pasado, Formosa y el país se conmovían por un hecho poco habitual en estas latitudes: en un enfrentamiento general entre aborígenes, criollos y efectivos de las fuerzas policiales de la provincia, dos formoseños perdieron la vida: el aborigen Sixto Gómez y el oficial de policía Heber Falcón. Durante las primeras horas de la tarde de ese fatídico día, las noticias que llegaban de la zona de la comunidad toba de La Primavera –distante 130 kilómetros de Clorinda- no eran alentadoras: mientras desde las esferas oficiales confirmaban el deceso de dos personas (Gómez y Falcón), los rumores hablaban de más muertos, varios heridos y decenas de detenidos. De estos rumores, el que mayores alertas produjo fue la posibilidad de que hubiera una tercera víctima de los enfrentamientos. Inclusive desde organismos nacionales e internacionales confirmaron que otro aborigen era la tercera víctima. Se trataba de un tal Samuel Garcete, según las voces que se hacían eco de la información.

En Coma

Samuel Garcete es toba, tiene 48 años, una familia compuesta por su mujer y nueve hijos. Este hombre fortachón no llegó a conocer esas versiones sobre su muerte porque como consecuencia de los enfrentamientos quedó inconsciente “por los golpes” y cuando despertó estaba en la sala de terapia intensiva del Hospital de Alta Complejidad en la capital provincial.

Asegura a El Comercial no saber cómo llegó al hospital y que lo único que pensó cuando recobró el pensamiento fue en cómo estarían su mujer e hijos, además de sus “hermanos” que vivieron la misma situación que él. Nadie quería confirmarle la muerte de Gómez por el temor a la reacción que puediera sufrir, advierten los amigos y familiares que por estas horas cuidan de la salud de Garcete después que dejara en las últimas horas el Hospital donde estuvo internado casi dos meses.

Garcete accedió a hablar con este medio y contó lo poco que recuerda de aquel día que quedará marcada en la historia de Formosa. “Mucho no me acuerdo por los golpes; solo sé que me desmayé y de ahí en más no sé qué pasó”, comienza diciendo.

Tras varias semanas, despertó en Formosa, luego de haber estado en terapia intensiva y de haber sorteado las complicadas cirugías que demandó su estado. Afirmó que en el momento de haber recibido una golpiza por parte de efectivos policiales, “estaba desarmado porque estaba intentando que no se concretara el enfrentamiento porque estaba fea la situación. Después lo que recuerdo es que empezaron las agresiones y cuando recibo el golpe en la cabeza pierdo el conocimiento”.

“Sinceramente no sé quien me levantó del suelo, cómo ni cuándo. No tengo ni idea de cómo llegué al hospital y poco es lo que pude hablar con mis hermanos de la zona porque no pude irme hasta allá (La Primavera) por mi estado de salud, ya que tengo que hacer reposo”, explicó Garcete.

“Quemaron mis documentos”

Preguntado por sus heridas, dijo “me golpearon mi cabeza, me pisaron, con la bota en la pierna y nosotros estábamos reclamando la tierra, eso nomás”, remarcó. “Me golpearon todo, no tengo más dientes”, repite y muestra su boca como confirmando lo dicho. Además señaló que recibió impactos de balas de goma, y que luego los policías lo alcanzaron para golpearlo. “Después de eso me desmayé, y no sé más nada” sintetizó.

“Me golpearon todo, y de ahí no me acuerdo más, casi perdí mi memoria”, explicó una y otra vez para luego remarcar “no tenía armas, ni palos ni nada, pero igual me golpearon”.

“Me falta una muleta, y mercaderías aunque sea un poco, porque estoy en una casa de prestado, y no tengo nada. No sé si me van a dar más medicamentos, tengo unos pocos pero mi recuperación va a llevar varios días más” agregó.

“Quemaron mi documento, no tengo ahora, solo tengo una constancia. Ahora no sé cuándo voy a ir a la colonia, porque el tratamiento es dos meses, y aparte no tengo plata para viajar”, sostuvo Garcete.

“Me atendieron bien en el hospital”

Aún a pesar de la amarga y triste situación que le tocó pasar a él y su familia, Garcete tuvo palabras de agradecimiento para el personal del Hospital de Alta Complejidad: “Me atendieron bien en el hospital –reflexionó-. El ICA (Instituto de Comunidades Aborígenes) me dijo que iba a mandar mercadería a mi casa, pero mi mujer dice que no llegó nada ahí”, afirmó preocupado, ya que tiene nueve hijos, todos pequeños.

“No tengo sueldo y me habían dicho en el ICA que me iban a mandar pero no hay nada. A veces tenemos contacto, porque no hay plata para viajar” explicó.

“Me siento bien hoy, pero quiero recuperarme, que me saquen este hierro que tengo en la pierna”, dijo en referencia a un sostén de aleación, que mantiene el hueso roto de una pierna. “Me golpearon, me pegaron, me lastimaron mucho. Todo fue por la tierra”, sostuvo con un dejo de tristeza al caer en la realidad nuevamente.

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