El 14 de junio se cumplió un mes del fallecimiento de Publio Araujo. De su currículum destacan su título de Ingeniero Forestal, su maestría, doctorado, sus cargos políticos y dirigenciales. Pero especialmente su permanentemente dedicación a la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) y a las personas que necesitaron de su entrega y generosidad, testigos privilegiadas de la coherencia de sus convicciones.
Siempre estuvo en sintonía con el espíritu y valores que defiende la Red Agroforestal Chaco Argentina (REDAF). Incluso fue parte de la misma durante un período de tiempo, representando al Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosques (INSIMA). En sintonía por defender las prácticas tradicionales y modos de habitar el bosque nativo de las comunidades campesinas de Santiago del Estero. Porque, al tener en cuenta las necesidades reales de estas comunidades armoniosamente vinculadas con el bosque nativo, logró acercar soluciones en todos los espacios donde se desempeñó, ya sea como profesor, autoridad universitaria o funcionario público.
Muestra de lo anterior son las expresiones con las que despidieron al Dr. Publio Araujo las organizaciones e instituciones con las que se involucró.
Por ejemplo, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MO.CA.SE) en el día de su fallecimiento: “Siempre predispuesto a defender las causas justas, desde ese lugar, te involucraste con el Movimiento Campesino, poniendo tu cuerpo y tu intelectualidad al servicio de los más humildes, fuiste un ser lleno de humildad y de luz para aportarnos ideas maravillosas y luego nos acompañabas. Gran defensor de los bosques nativos, así te conocimos, siempre dialogando y analizando para concretar proyectos comunitarios por el bien de los nuestros”. Rescatando, además, estas palabras que lo definían: “compromiso, sencillez, capacidad, tenacidad y un gran positivismo, que nos llevó a lograr cosas maravillosas en nuestros territorios”.
Otro ejemplo es el sentido reconocimiento que le dedicó la UNSE. Recordemos que allí se desempeñó como docente, investigador y vicerrector. Y hasta el momento de su fallecimiento, el Dr. Araujo era el director del INSIMA, dependiente de la Facultad de Ciencias Forestales. Reconocieron su dedicación y defensa permanente de la UNSE, su “gran energía, entusiasmo, seguridad, empatía e inteligencia”. Y se enfocaron en una de sus características más loables: “cómo no recordar al docente universitario, que en sus clases no solamente brindaba un significativo bagaje de conocimientos, sino que también generaba permanente interés alentando a los estudiantes a promover y defender nuestros recursos naturales”.
Uno de sus tantos amigos fue el Dr. Miguel Brassiolo, vocal actual de la comisión directiva de REDAF y profesor de la Facultad de Ingeniería Forestal de la UNSE. Recuerda especialmente algunos aportes fundamentales de Publio “en su paso por la Dirección de Bosques” provincial. Por ejemplo, tomar un borrador sobre bosques nativos -que había dejado el gobierno de la Intervención Federal-, mejorarlo y convertirlo en un documento que sería la base de la futura Ley de Bosques de la provincia. En el camino hacia la aprobación de dicha ley hubo un real proceso de discusión de todas las partes involucradas del territorio, donde se les dio “participación a todas las instituciones que quisieron participar”, rememora Brassiolo, dejando en claro la magnitud de este espacio: “éramos unas 36 instituciones que fuimos trabajando ese borrador de Publio”, que incluía, por ejemplo, a “representaciones campesinas”, a las “sociedades rurales, representantes de los colegios de ingenieros agrónomos y forestales”. Con la coordinación general del Dr. Araujo se logró un sólido consenso para un ordenamiento territorial, proceso final de la Ley provincial de bosques.
Otro de los logros del ex vicerrector de la UNSE fue el haber trabajado, en coordinación con el Comité de Emergencia de Santiago del Estero, para que los planes de manejo de bosque presentados por los productores a nivel provincial sean aprobados sólo si el comité confirma que los territorios involucrados en los planes no se encuentran en conflicto; lo que en la práctica clarificó situaciones que se podían prestar a confusión desde la Ley de Bosques provincial. Esto fue uno de los ‘antecedentes’ más sólidos para pensar lo que después fue denominado “planes de productores agrupados”, una posibilidad de manejo de bosques que reconoce la posesión histórica de las tierras para los productores campesinos que deseen hacer un manejo de bosques y poder acceder a los beneficios que habilita la Ley de Bosques a nivel nacional.
El vocal de REDAF también reafirmó el permanente compromiso del ex director de bosques con las comunidades campesinas de la provincia: “Publio siguió trabajando mucho con el MO.CA.SE, generando cartografía participativa y cartografía de territorio, que también les ha ayudado a muchas comunidades para obtener información, que después le sirve para pelear sus derechos”. Y culmina su relato mencionando que el Dr. Publio aguardaba, en este último tiempo, la aprobación del Consejo de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNSE a un proyecto que había presentado con el fin de “apoyar a la reserva campesina de Ojo de Agua”. La muerte lo sorprendió antes que le den una respuesta a su propuesta.
Como cierre, desde REDAF sentimos como propias las palabras con las que el MO.CA.SE y la Unión de Pequeños Productores del Salado Norte (UPSAN) despidieron al Dr. Publio Araujo: “Hermano y compañero, que tu alma descanse en paz!!! COMO ERA TU CONVICCIÓN: POR LA TIERRA, EL AGUA Y EL MONTE”.