Un niño de seis años, que había sido internado por padecer un cáncer producto de manipular agrotóxicos en una granja en la que era sometido a trabajo esclavo, murió hoy en el Centro Gallego de la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: Diario Norte
El fallecimiento fue informado por la organización social La Alameda, que había denunciado a la Justicia la situación que vivía el niño, identificado como Ezequiel Ferreyra, junto a su familia, oriunda de Misiones.
El chico había sido operado en dos oportunidades de un tumor cerebral, la última vez hace ocho días en el Centro Gallegos, el sanatorio ubicado en el barrio porteño de Balvanera y donde murió esta madrugada, a la 1.35.
“La corta vida de Ezequiel transcurrió la mayor parte de su tiempo entre la sangre y el guano de las gallinas, y manipulando venenos con elementos cancerígenos de la empresa para cumplir a rajatabla con los topes de producción que la patronal le imponía a su familia”, dijo Gustavo Vera, de La Alameda.
El niño, expresó la organización en un comunicado, era explotado en la empresa Nuestra Huella desde los cuatro años, una situación que también padecen dos de sus hermanos menores.
El pequeño había sido internado a fines de setiembre en la Clínica de Pilar, desde la que fue derivado a la Clínica del Centro de La Plata.
Allí se le detectó un tumor cancerígeno en el cerebro, pero nuevamente fue derivado a otro centro de asistencia ubicado en la localidad bonaerense de Laferrere, donde los médicos lo operaron. Sin embargo, por decisión de la empresa avícola fue llevado al Centro Gallego y quedó internado en la sala de terapia intensiva.
“Su estado de salud desde hace días era un secreto guardado entre siete llaves por la empresa, que quería evitar a toda costa que se indagara acerca de las causas que lo llevaron a esa situación terminal”, agregó Vera.
En 2008 la jueza de Garantías en lo Penal de Zárate-Campana, Graciela Cione, recibió una denuncia de La Alameda por reducción a la servidumbre y trabajo infantil contra la la empresa Nuestra Huella SA .
Otra causa, pero por los delitos de trata y tráfico de personas, quedó radicada en el Juzgado Federal II de Zarate-Campana, a cargo del magistrado Adrián González Chavay.
Según Vera, “cientos de familias son esclavizadas del mismo modo que la familia de Ezequiel en unas 70 granjas dispersas por Pilar, Zarate, Campana, Exaltación de la Cruz y Córdoba, donde muchímos chicos están expuestos a correr la misma suerte” del chico fallecido.